La UE rechazó la expulsión de su embajadora de Nicaragua y advirtió al régimen de Daniel Ortega que prepara una respuesta “firme y proporcionada”

El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Josep Borrel afirmó que las injustificadas decisiones del sandinista conducirán a un mayor aislamiento internacional de su país

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Foto de archivo. Daniel Ortega, y su esposa, Rosario Murillo (REUTERS/Oswaldo Rivas)
Foto de archivo. Daniel Ortega, y su esposa, Rosario Murillo (REUTERS/Oswaldo Rivas)

El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Josep Borrell, ha lamentado este domingo la expulsión de Nicaragua de la embajadora del bloque europeo y avisado al régimen del presidente Daniel Ortega de que Bruselas está contemplando la posibilidad de responder de manera “firme y proporcionada”.

“La UE lamenta profundamente y rechaza esta decisión injustificada y unilateral, así como la de cortar los lazos diplomáticos con el reino de los Países Bajos”.

El miércoles, el mandatario nicaragüense ordenó la expulsión de Bettina Muscheidt, después de que la semana pasada la delegación de la UE en Naciones Unidas exigiera la liberación de los presos políticos y la devolución de la democracia al pueblo de Nicaragua.

“Estas acciones hostiles e injustificadas no solo afectarán las relaciones bilaterales entre Nicaragua y la UE y sus Estados miembros, sino que también conducirán a un mayor aislamiento internacional de Nicaragua”, avisa Borrell.

Fotografía oficial cedida por la embajada de la Unión Europea en Nicaragua que muestra a la nueva embajadora de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, la alemana Bettina Muscheidt. EFE/Embajada UE en Nicaragua
Fotografía oficial cedida por la embajada de la Unión Europea en Nicaragua que muestra a la nueva embajadora de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, la alemana Bettina Muscheidt. EFE/Embajada UE en Nicaragua

“En este contexto, la UE está considerando el camino apropiado a seguir y responderá de manera firme y proporcionada”, ha añadido, antes de pedir un “diálogo genuino entre el Gobierno y la oposición” para resolver la crisis en el país.

Muscheidt fue expulsada luego de que una delegación de la UE instara el lunes a Nicaragua a “poner fin a la represión” contra opositores, sacerdotes y medios de prensa independientes.

Más de 200 opositores están presos en el marco de la crisis política que vive Nicaragua desde las protestas opositoras de 2018, que el gobierno vinculó a un supuesto fallido golpe de Estado promovido por Washington.

Entre los detenidos están siete exaspirantes a la presidencia y al menos siete religiosos, entre ellos el obispo Rolando Álvarez, un crítico del gobierno en arresto domiciliario desde el 19 de agosto.

Ortega ha calificado a los europeos de “fascistas”, “colonialistas”, “descendientes del franquismo” y “hermanos de Hitler”.

Las últimas decisiones de Ortega se suman a la expulsión del nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag en marzo pasado.

La expulsión coincide, además, contra la fuerte arremetida del régimen sandinista contra la OEA, la ONU, Estados Unidos, el Vaticano y países que han cuestionado el cuarto mandato consecutivo que Ortega obtuvo en 2021, con sus rivales presos o en el exilio.

En noviembre de 2021, Nicaragua anunció su retiro de la Organización de Estados Americanos (OEA) y cinco meses después cerró la oficina del organismo en Managua y adelantó la salida de sus representantes del país.

Este año también expulsó al delegado residente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Thomas Ess, entre otros.

La salida de Muscheidt, quien fue acompañada al aeropuerto por diplomáticos europeos, se produce en medio de fuertes cuestionamientos de Ortega contra la UE. De hecho, Ortega anunció el último viernes la ruptura de relaciones con Países Bajos, a los que acusó de “intervencionistas” por criticar su democracia y suspender el financiamiento para un hospital.

“Nicaragua ante la reiterada posición injerencista, intervencionista y neocolonial colonialista del reino de los Países Bajos (...) comunica al Gobierno de ese país nuestra decisión de descontinuar inmediatamente las relaciones diplomáticas”, informó la cancillería.

Poco antes, Ortega había asegurado en un acto oficial que su gobierno no quería tener relaciones “con ese gobierno intervencionista”.

“La ruptura de las relaciones diplomáticas es un paso excepcional y muy inusual. Tampoco es el deseo de los Países Bajos”, afirmó este sábado a la AFP un portavoz, quien lamentó la reacción “desproporcionada” de Managua.

La ruptura ocurrió luego de que la embajadora holandesa para América Central, Christine Pirenne, dijera el jueves durante una visita a Managua que no financiarían el hospital.

La medida molestó a Ortega, quien exclamó: “¡Afuera!... Que vaya a gritar lo que quiera, todas sus miserias... afuera”.

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