El jefe de seguridad del presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou fue imputado este martes por un delito continuado de suposición de estado civil en calidad de coautor, en reiteración real con un delito de asociación para delinquir y un delito de tráfico de influencias.
Alejandro Astesiano había sido detenido el pasado domingo 25 de septiembre bajo sospechas de falsificación de documentos. Ahora, tras el pedido de la fiscal Gabriela Fossati, el juez Matías Porciúncula dispuso 30 días de prisión preventiva como medida cautelar.
La imputación fiscal sugiere que la maniobra orquestada por Astesiano consistía en adulterar partidas de nacimiento rusas originales e inscribir a las personas como hijas naturales de ciudadanos uruguayos ya fallecidos. De esta forma, se hacían de documentos nacionales como cédulas de identidad y pasaportes que, luego, eran vendidos por miles de dólares.
La investigación del caso comenzó dos años atrás -ante una cantidad inusual de estas solicitudes- y se vislumbra que será “larga y compleja”, según la fiscalía. Aún no se pudo determinar si la actividad se llevaba a cabo en Uruguay o en el exterior.
Junto al ex policía, fueron formalizados judicialmente el ciudadano ruso Román Karpov y otros dos uruguayos, acusados también de formar parte del esquema. La fiscal aseguró que “se ha reunido evidencia de alta calidad que permite conectar” a Astesiano con el grupo “por lo menos a partir del 30 de agosto de 2021″.
Astesiano era el jefe de la custodia personal del presidente uruguayo desde 2020. Es por ello que, ante su detención a principios de la semana, Lacalle Pou brindó una conferencia de prensa en la que aseguró estar “sorprendido” por la situación.
Asimismo, remarcó desconocer los delitos por los que el hombre estaba siendo investigado: “Ya saben cómo actúa el presidente de todos los uruguayos. Si hubiera tenido un indicio no le hubiera entregado lo más preciado que tengo, que es mi familia”.
“Si ustedes se sorprendieron de la noticia imagínense quien habla, cuando estos últimos días estaba afuera con mis hijos y con la persona que ayer fue detenida”, afirmó.
“Hay una orden de detención, que no se libra porque sí, la Fiscal tiene indicios, imagino. Desconozco de qué (grado de) involucramiento, veremos el dictamen primario y tomaremos las medidas en consecuencia”, agregó.
Por otro lado, reconoció que “uno siempre está dispuesto a equivocaciones”, ya que este tipo de contrataciones recaen sobre él y resaltó que esta situación “no afecta a la población” sino que “me afecta a mí y a mi familia”.
Este no es el primer caso que lleva a Astesiano ante la Justicia. Según había dado a conocer el pasado septiembre Informativo Sarandí, el jefe de custodia contaba con más de 20 indagatorias por diversos delitos. Entre ellos están hurto, estafa, apropiación indebida y daño. En todos los casos se trata de “anotaciones” policiales, ya que en ninguno se probó delito. Es por ello que, técnicamente, no tiene antecedentes penales, algo que remarcó el Presidente en conferencia de prensa.
El custodio fue procesado sin prisión por estafa en 2002 pero, de acuerdo a la legislación uruguaya, luego de cinco años de cometido el delito, si no hay reincidencia, el legajo queda limpio.
(Con información de AFP, Reuters y EFE)
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