Nelva Ismaray Ortega Tamayo, la esposa de José Daniel Ferrer, encarcelado por la dictadura cubana, narró las dramáticas condiciones de detención en las que se encuentra su marido.
“El pasado viernes, nuevamente fue un día bajo mucho estrés y espera. Como cada viernes, esperando la llamada de mi valiente esposo, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNCAPU), José Daniel Ferrer, y el régimen castrocomunista lo negó nuevamente”, comenzó su relato Nelva.
“Sin dudas, la dictadura Castro-Canel (por Raúl Castro, líder comunista, y Miguel Díaz-Canel, actual presidente), a pesar de estar sepultándolo en vida y matándolo lentamente, no deja de temer a un hombre, un simple hombre, por su inquebrantable firmeza”, subrayó.
Y siguió: “Tres meses y 23 días lleva mi esposo semidesnudo, lleno de lesiones dermatológicas, producto de las incontables picaduras de mosquitos, y producto de hongos y bacterias en una celda bajo condiciones inhumanas, crueles y degradantes”.
“Con sus patologías de base y otras sintomatologías asociadas a esa masmorra, tecnológicamente preparada para torturarle sin derecho a visitas familiares y conyugales. Así como llamadas telefónicas. Incluso le niegan hasta una hoja de papel para poder exigir y solicitar asistencia religiosa. A esto se le añade el que no ha dejado de exigir asistencia médica”, destacó.
“Un año, dos meses y 16 días enterrado en vida, y muriendo lentamente pero sin dejar de mantener su firmeza, sus principios, convicciones; y de exigir sus derechos y libertades violadas durante todo este tiempo”, relató la esposa de Ferrer; quien concluyó con su exigencia de “justicia, libertad y vida” para su esposo y todos los presos políticos en la isla.
En junio pasado, Nelva ya había denunciado que no podía visitar a su marido en prisión. “No me dejan verlo, ni siquiera me lo pusieron al teléfono”, dijo en ese momento.
Ortega Tamayo teme por la integridad física y psicológica del disidente. “No sabemos si está golpeado, si está en huelga de hambre. Lo que está pasando solo el régimen castrista, Raúl Castro, Díaz-Canel, y todos sus sicarios de la prisión son los que saben”, afirmó hace tres meses.
Ferrer, líder de la opositora Unión Patriótica de Cuba, está en una pequeña celda, aislado y sin luz natural. Justo antes de que quedara incomunicado, había anunciado que realizaría un ayuno durante los días de la Cumbre de Las Américas en Los Ángeles, en protesta ante la posición de presidentes como el mexicano y argentino respecto a la exclusión de representantes oficiales de La Habana en el evento.
El disidente está preso desde el 11 de julio del año pasado. Fue detenido de manera preventiva antes de que lograra unirse a las históricas manifestaciones en la isla. En un principio lo mantuvieron en prisión domiciliaria pero luego la Justicia castrista lo recluyó en la cárcel de Mar Verde, en Santiago de Cuba.
Durante años, el régimen ha intentado que Ferrer abandonara la isla, como ha hecho con otros muchos disidentes, pero los que resisten terminan tras las rejas castristas como los artistas Luis Manuel Otero y Maykel Castillo “El Osorbo”, condenados a 5 y 9 años de cárcel.
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