Al menos 20 personas fueron asesinadas el último fin de semana en Guayaquil y Durán, dos ciudades ecuatorianas que sufren la escalada de violencia que enfrenta el país andino. El 75 % de los homicidios (15) estaban relacionados con el tráfico de drogas, los demás eran víctimas de extorsionadores.
Un reporte exclusivo publicado en el medio digital Primicias, reveló que el fin de semana comprendido entre el viernes 23 de septiembre y el lunes, 26, fue “el más violento registrado en 2022″. Según la periodista Carolina Mella, en 36 horas sucedieron los 20 asesinatos.
Los datos de la Policía Nacional indican que en los primeros días de septiembre, los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón alcanzaron una tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes de 29.1. Menos de un mes después de esta medición, la tasa se ubica en 32.82 y es la segunda más alta del Ecuador, tan solo superada por la provincia fronteriza de Esmeraldas, cuya tasa de homicidios es de 57,12 por cada 100.000 habitantes. En estos tres cantones, conocidos como la zona 8, se han registrado al menos 1.059 crímenes, según recogió Primicias.
Algunos de los asesinatos del último fin de semana sucedieron a plena luz del día. Por ejemplo, en Nueva Prosperina, una cooperativa de viviendas ubicada al noroeste de Guayaquil, un hombre fue disparado por dos sicarios. La víctima había sido extorsionada. Otros asesinatos se produjeron en el centro de Guayaquil, donde sicarios dispararon a dos hombres. En este año, en el sector de Nueva Prosperina se han registrado 255 % muertes violentas más en comparación con el 2021.
Guayaquil es una de las 50 ciudades más peligrosas del mundo. Las muertes por encargo, las extorsiones por parte de bandas criminales y la delincuencia común son parte del día a día de la ciudad comercial más importante del Ecuador. Las autoridades gubernamentales sostienen que esta escalada de violencia es una respuesta de las bandas del crimen organizado a la lucha contra el narcotráfico.
En una entrevista con El Universo, el comandante de la Policía de la zona 8, Víctor Zárate, aseguró que “la mayor parte ( de las muertes violentas de este año) son por violencia criminal, muchas ligadas al micro y narcotráfico”. Además, aseguró que en Ecuador operan sicarios que son menores de edad: “Lo más complejo que analizamos como policías es que están participando menores de edad como sicarios, hacen las muertes bajo encargo. Tenemos jóvenes de 15, 16 y 17 años de edad que han sido detenidos y no hay nadie quién se preocupe por ellos”.
El comandante Zárate reconoce que existe un problema estructural de falta de oportunidades y abandono que hace que estos menores sean cooptados por las bandas criminales: “Muchos abandonados han sido captados por estas organizaciones delictivas, empiezan por micro o narco expendedores y finalmente terminan como sicarios”. Para el comandante, estos menores provienen de familias disfuncionales y a esto se suma la falta de políticas públicas que refuercen el tejido social : “Las causas de la descomposición social, cuando falla salud, educación, inclusión económica y social… Tenemos hogares disfuncionales en los que los menores de edad han quedado con los abuelos o se han criado entre hermanos y esto ha ido afectando un control”.
Además, que los sicarios sean menores de edad favorece al pago de las penas, pues estos menores permanecen tan solo algunos meses en una prisión y luego quedan en libertad.
De acuerdo con Zárate, los sicarios que operan en la zona lo hacen bajo los efectos de drogas o alcohol: “Para cometer un hecho delictivo hay que tener un estimulante. Los estudios de la Policía es que se hacen bajo la influencia del alcohol o de sustancias estupefacientes, no solo los menores sino también los mayores”.
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