María Belén Bernal Otavalo ingresó el 11 de septiembre a la Escuela Superior de la Policía en Quito. Desde entonces no se conoce su paradero y su esposo, el teniente en servicio activo Germán Cáceres, que es considerado el principal sospechoso de la desaparición, está prófugo. La desaparición de María Belén y las irregularidades que hasta ahora se han detectado han volcado a la opinión pública a demandar respuestas de la institución policial ecuatoriana, cuyos miembros han estado involucrados en varios casos de corrupción y otros delitos.
Según la última información emitida por el secretario de Seguridad del gobierno, Diego Ordóñez, la Policía abrió procesos de investigación para sancionar a 10 personas entre jefes de control, oficiales a cargo de la guardianía y para la destitución de Cáceres, quien no se ha presentado a trabajar desde la desaparición de su esposa. Hasta el momento, se conoce que se han realizado 28 pericias, se han recogido versiones y que una cadete fue detenida.
En una rueda de prensa celebrada en Carondelet, Ordóñez dijo que se incrementó el personal para la “búsqueda del cuerpo de la doctora Bernal”. Cuando un periodista le preguntó a Ordóñez si hay elementos que prueben que Bernal está muerta, el secretario se retractó y dijo que lo correcto es referirse a ella como una persona desaparecida.
El presidente Guillermo Lasso dispuso que se entregue una recompensa económica de USD 20.000 a la persona que brinde información certera que revele el paradero de Bernal. Además, aseguró que el director de la Escuela Superior de la Policía ha sido separado del cargo.
El medio digital La Posta de Ecuador publicó que según fuentes internas, la noche del último sábado, hubo una fiesta en la Escuela Superior de Policía en la que participaron oficiales y cadetes. Cuando Bernal Otavalo entró a la institución a dejar comida a su esposo –como narra la versión oficial–, habría descubierto a Cáceres siéndole infiel con la cadete Joselyn S., que ahora está detenida. Según los testigos consultados por La Posta, hubo una fuerte discusión de la pareja y se escucharon gritos de auxilio. De acuerdo con diario Expreso, una cadete declaró que escuchó a María Belén gritar: “Auxilio, me matan”.
Alrededor de las 5 de la mañana del domingo, un oficial que escuchó el escándalo llegó al lugar a pedir silencio y “habría visto a Bernal acostada de manera horizontal en el cuarto”, según publicó La Posta. De acuerdo con el medio, “Cáceres habría sacado a la mujer a un auto, en una alfombra, con la ayuda de 4 cadetes, según testigos”. Esto coincide con lo publicado por el diario Expreso sobre la declaración de la cadete que escuchó las súplicas de María Belén. La testimoniante dijo que escuchó a Cáceres cuando salía de su dormitorio y que se escuchaba que arrastraba algo: “daba dos pasos y se escuchaba que algo golpeaba las gradas, cada dos pasos (se escuchaban) golpes en las gradas”.
En los allanamientos realizados dentro de la Escuela Superior de Policía se encontró licor y manchas de sangre, además de una cartera y unas zapatillas de María Belén.
Que una civil desaparezca dentro de un recinto policial es alarmante. El propio ministro del Interior, Patricio Carrillo, ha declarado ante los medios que hubo “fallas” de seguridad. Según la bitácora donde se registra la entrada y salida de personas, María Belén Bernal ingresó a la Escuela Superior, pero nunca se inscribió su salida. De acuerdo con Carrillo, el teniente Cáceres salió de la Escuela conduciendo un auto con vidrios polarizados que nadie chequeó. Los recintos policiales, custodiados por miembros de la propia institución, son lugares de difícil acceso por sus filtros de seguridad, pero en el caso de la abogada Bernal, esos controles no funcionaron.
La madre de Bernal, Elizabeth Otavalo, recién supo de la desaparición de su hija el lunes, cuando Cáceres llamó para preguntarle si su esposa estaba con ella. En ese momento, acudieron a la Fiscalía a ingresar la denuncia. Ordóñez aseguró que esa misma noche se inspeccionó el dormitorio que Cáceres ocupaba en la Escuela Superior de Policía y en donde habría estado María Belén Bernal.
La mañana del martes 13 de septiembre, Cáceres fue notificado para rendir declaraciones: Estuvo retenido por ocho horas y el testimonio tendría inconsistencias.
De acuerdo con las declaraciones que el teniente de policía dio a la Fiscalía, su esposa María Belén llegó a verlo la madrugada del domingo. Ella se habría molestado porque Cáceres no le contestaba las llamadas. El policía aseguró que tenía 14 llamadas perdidas y que esa noche durmieron juntos. Cáceres testificó que el domingo a las 19h00 salió de la Escuela Superior junto con su esposa. De acuerdo con el teniente en el trayecto discutió con María Belén y alrededor de las 22h30, mientras estaban aún en la vía, ella decidió bajar del vehículo y tomar un taxi para regresar a casa, pero nunca más se la vio, según recogió diario Expreso.
El secretario de Seguridad, Diego Ordóñez, aseguró que el martes 13, cuando Cáceres dio su testimonio, la Policía pidió que se formulen cargos en contra del esposo de María Belén, pero el fiscal no los presentó porque no tenía evidencias suficientes. Según Ordóñez, a las 04h00 del jueves, la Fiscalía solicitó la vigilancia de Cáceres, sin embargo, para ese momento el policía ya se había fugado. Recién la noche de este jueves, la Policía habría recibido, de parte de la Fiscalía, la orden de detención en contra de Cáceres.
El último jueves, la fiscal general del Ecuador, Diana Salazar, aseguró que la Policía no ha emitido ningún informe oficial sobre lo sucedido la noche en la que María Belén ingresó al recinto policial: “Los agentes del orden tienen como obligación estatal encontrar a las personas y no desaparecerlas, menos aún dentro de un recinto que está controlado por la Policía”.
La desaparición de María Belén Bernal se ha convertido en un señalamiento entre instituciones, mientras su madre Elizabeth Otavalo suplica desesperadamente a las autoridades que le devuelvan a su hija y que actúen en lugar de sortearse las responsabilidades. En varias intervenciones frente a medios de comunicación, Otavalo ha dicho que quiere saber por qué la Policía no le devuelve a su hija.
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