En marzo de este año la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) —en funcionamiento desde 1975 para la administración conjunta entre Argentina y Uruguay del Río Uruguay— llamó a una licitación para realizar el dragado y mantenimiento de la hidrovia. El ganador estaría encargado del trayecto que va desde el kilómetro 0 hasta el 206,8 y también del Puerto de Concepción del Uruguay.
El objetivo indicado en su momento era “fortalecer el modo de transporte por el río Uruguay, mejorando la navegabilidad y propiciando un aprovechamiento óptimo y racional del mismo en pos de un desarrollo armónico, sustentable y sostenido de la región”.
Los resultados publicados por la CARU en junio sorprendieron a la firma belga Jan de Nul, actual responsable de esa tarea: el primer lugar lo obtuvo el Consorcio Boskalis-Dredging Internacional (85,83 puntos) en la fase técnica, luego Jan de Nul (83,86 puntos), después el Consorcio Uruguay Dragados (71,86 puntos) y finalmente Rhode Nielsen (64,35). Ante esos puntajes, la empresa belga solicitó acceso a las actuaciones administrativas y a los criterios utilizados para evaluar las ofertas, pero se le fue negado. Por ese motivo, decidieron impugnar el procedimiento.
Según justificaron en un escrito al que accedió Transport & Cargo, “la Nota CARU-SAD N° 133/2022 contiene solamente los puntajes otorgados a cada oferente, pero no la expresión de fundamentos que permite conocer la motivación del puntaje asignado”.
“La Comisión Evaluadora no tuvo en cuenta las exigencias normativas para puntualizar cada propuesta. En efecto, se tomaron en cuenta antecedentes acompañados que no cumplen con las exigencias del Pliego de Bases y Condiciones (PBC) y se omitió ponderar elementos definitorios, en atención a los criterios de evaluación previstos en el mismo” añade.
Además, se hizo especial hincapié en los antecedentes de la empresa belga, que son los “más importantes y significativos de los dos países que integran la CARU”, indicaron. En ese sentido, dijeron que presentaron “antecedentes válidos y comprobados, conforme con el PBC, en un casi 400% más de metros cúbicos que los exigidos como mínimo”.
Finalmente, pidieron que “se modifique el puntaje final, asignando los máximos puntajes a Jan De Nul (20 puntos)” respecto a los antecedentes, debido a que es la empresa que está a cargo de la obra desde diciembre de 2017. Además, mencionaron que por 27 años fueron “la única empresa que dragó las dos cuencas más importantes de los Estados Parte de la CARU (Río Paraná y Río de la Plata)”.
El puntaje final, difundido por Transport & Cargo, dio la razón a la firma belga que obtuvo el mayor puntaje entre las opciones (99,5 puntos), seguida por el Consorcio Boskalis — Dredging Internacional (94,4 puntos).
La renovación por los próximos tres años reducirá en un 48% los costos estipulados en el contrato anterior, cambio que significa un ahorro de USD 5 millones a ambos miembros de la CARU —Uruguay y Argentina—. Esto es producto de una inversión en equipamiento de última tecnología y del conocimiento del río tras varios años de trabajo. Jan de Nul realizó la mejor oferta económica, la que finalmente quedó en primer lugar al abrirse los pliegos definitivos.
Lo ocurrido en el caso del Río Uruguay podría replicarse en vistas a un nuevo llamado a licitación para el mantenimiento y ampliación de los canales a Martín García. La Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), por su parte, evalúa una prórroga del contrato con vencimiento fechado para enero de 2023. Según dijo su presidente, Alem García, en Radio Carve, “una prórroga en el contrato implica mantener las mismas condiciones económicas, mientras se esperan avances en la hidrovía Paraná - Paraguay y en otros canales argentinos”.
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