El gobierno uruguayo decidió flexibilizar la normativa vigente sobre la venta de cigarrillos respecto al empaquetado y el etiquetado de los productos de tabaco, debido a que marcaba “limitaciones” en la comercialización entre el “mercado formal frente a la competencia de cigarrillo de contrabando”.
La Ley de Protección del Derecho al Medio Ambiente Libre de Humo de Tabaco y su Consumo (18.256), reglamentada en 2019 durante la presidencia de Tabaré Vázquez, establecía como única opción comercializable la de cajillas duras de cigarrillo con apertura flip top, prohibiendo de esta manera las cajas blandas. Según el Gobierno, estas últimas “han sido tradicionalmente la de mayor venta en el mercado y cuyas características le permiten competir más efectivamente con aquellas mayoritariamente del mismo tipo que ingresan de contrabando”.
Además de habilitar la venta en este tipo de cajillas, la industria tabacalera podrá “mantener la identificación de cada unidad del producto y su empaquetado en cajilla blanda”, con el objetivo de “identificar a quienes lucran con la venta al por mayor y menor de cigarrillos falsificados y de contrabando, desalentando el acceso al producto informal, determinando sanciones aplicables”.
Anteriormente, las marcas no podían utilizar su logo en las cajillas, sino que existía un etiquetado genérico de forma y color único para todas las empresas. A partir de que entre en vigencia este decreto se podrá incorporar la identificación en los productos de tabaco.
Por otra parte, el interior de las cajillas no deberá ser de color blanco liso: “En el cigarrillo o en el interior de la cajilla el fabricante podrá incorporar elementos distintivos destinados a determinar la autenticidad del producto o su trazabilidad con el fin de detectar y combatir su adulteración”. Además, “si los paquetes fueran cubiertos por papel de tipo celofán o similar deberá ser transparente, sin color ni elementos decorativos o estampados, sin relieve, sin marca comercial y contener una tira de apertura transparente”.
Según informó El Observador, la comisión asesora para el control de tabaco del Ministerio de Salud Pública no participó en la discusión sobre la modificación.
Uruguay fue uno de los pioneros a nivel mundial en la lucha contra el tabaco y el primer país que aplicó estrictamente el Convenio Macro para el Control del Tabaco. En 2008, el expresidente Tabaré Vázquez promulgó una ley que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público.
Años después se prohibió que en los paquetes de mercadería vinculada al tabaco hubiese promociones falsas o engañosas y se obligó a que en todos los paquetes de productos de tabaco se colocaran “advertencias sanitarias e imágenes o pictogramas que describan los efectos nocivos del consumo de tabaco u otros mensajes apropiados”.
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