Con más de una hora de atraso el presidente Gabriel Boric realizó lo que ya se venia tratando hace semanas atrás: un extenso cambio de gabinete en su gobierno, lo que fue impulsado con más fuerza desde que el Rechazo ganara ampliamente en el plebiscito de salida desarrollado el 4 de septiembre pasado.
Y es que el encargado de confirmar la decisión de realizar movimientos en el equipo del presidente Boric fue el actual ministro de Hacienda, y hombre fuerte del gabinete, Mario Marcel, tras sostener una serie de reuniones con la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
“Desde ya vamos a tener algunos cambios mañana en los equipos de gobierno y vamos a tener espacio para discutir las reformas que están en discusión y que están por presentarse”, dijo Marcel, sorprendiendo al país.
No obstante, la noticia no es una sorpresa. La idea de realizar movimientos al interior del gobierno de Boric era inminente y solo la condicionaba el resultado del plebiscito del 4 de septiembre. Situaciones como el conflicto mapuche al sur de Chile y la crisis de seguridad y económica en el país motivaban hace semanas atrás la necesidad de un reajuste al interior del equipo ministerial.
Este reajuste correspondería al primer cambio masivo al interior del equipo de Boric y sería el tercero más rápido desde el retorno a la democracia. No obstante, hace unas semanas atrás, ya había ocurrido un movimiento individual al interior de La Moneda: la renuncia de la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega, quien se vio forzada a abandonar su puesto luego que se descubriera que una de sus asesoras habría tenido una comunicación telefónica con Héctor Llaitul, líder de la radicalidad mapuche en Chile, y actualmente en prisión preventiva.
Una vez que se comprobó la victoria del Rechazo a la propuesta constitucional en el plebiscito nacional, rápidamente surgieron versiones que el cambio de gabinete venía en camino, lo que fue confirmado por el propio presidente al declarar que “habrán ajustes en nuestros equipos de Gobierno para enfrentar este nuevo período con renovados bríos”.
Cambios en el ministerio del Interior
En total fueron cinco cambios ministeriales que realizó el presidente Gabriel Boric. Entre los reajustes más importantes se confirmó que en el ministerio del Interior la ex secretaria de Estado, Izkia Siches, fue alejada de su puesto y reemplazada por Carolina Tohá, una política de larga trayectoria y que se destaca por ser una histórica militante del Partido Por la Democracia (PPD).
De esta manera se aleja del gobierno una mujer muy cercana al presidente, y que ha acompañado a Boric desde los tiempos de la universidad. Siches entró al gobierno como una alta apuesta para el presente y el futuro de su coalición, pero la crisis de seguridad y el conflicto mapuche al sur de Chile fueron objeto de críticas recurrentes a su gestión.
En el caso de Carolina Tohá, ella fue diputada por Santiago, subsecretaria General de Gobierno bajo la presidencia de Ricardo Lagos y formó parte del gabinete de la ex mandataria Michelle Bachelet en su primer gobierno como vocera de gobierno. Además, fue alcaldesa de la ciudad de Santiago de Chile desde el 2012 al 2016. De esta forma, Tohá se convierte en la nueva mujer fuerte de La Moneda.
La llegada de Tohá ha sido interpretada como un “guiño” a las tradicionales guardias de la política chilena que poseen amplia experiencia política por integrar los gobiernos de Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Michelle Bachelet. Tohá ocupará el mismo puesto que ocupó su padre, José Tohá, en el gobierno del presidente Salvador Allende en donde se desempeñó como ministro del Interior, y quien falleció por consecuencia de la dictadura militar.
Polémica en los nombramientos
Temprano en la mañana se había comunicado que el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, abandonaría su puesto para ocupar el cargo de la Secretaría General de la Presidencia. Éste sería reemplazado por el comunista y profesor de historia, Nicolás Cataldo.
No obstante, antiguos mensajes en las redes sociales de Cataldo criticando a las policías de Chile generaron indignación en la oposición.
El diputado opositor, Jorge Alessandri, incluso amenazó con congelar las relaciones con el gobierno en caso que asumiera Cataldo. “Si es que esta persona llega a la subsecretaría, evidentemente que se congelan todos los diálogos con el gobierno”, dijo el parlamentario, lo que generó indignación en el oficialismo que argumentó que se estaba vulnerando la libertad de elegir del presidente Boric.
El gobierno sintió el golpe de la oposición y decidió echar pie atrás al nombramiento de Cataldo desatando el malestar en sectores del oficialismo. El revuelo político provocó que Manuel Monsalve regresara a su cargo como subsecretario del Interior, desechando definitivamente la opción de Cataldo.
Este movimiento motivó a que sectores de la oposición rechazaran juntarse hoy con el gobierno para buscar un acuerdo constitucional, manifestando “improvisación” por parte de La Moneda, aplazando una vez más el encuentro entre este sector de la política chilena y La Moneda.
Otros movimientos en el gabinete
Después de esta polémica se confirmó que en el ministerio de la Secretaría General de la Presidencia asumiría otra mujer con experiencia: la socialista Ana Lya Uriarte, una política con basta experiencia y muy ligada a los partidos de la centroizquierda y a Michelle Bachelet. Uriarte reemplazó a Giorgio Jackson, amigo del mandatario, quien asumió como ministro de Desarrollo Social, abandonando su anterior cargo como mandamás de la Secretaría General de la Presidencia.
Sobre Lya Uriarte recaerá la responsabilidad de estrechar lazos entre el gobierno y el Parlamento, específicamente ahora después del plebiscito. Recordemos que en el Congreso chileno nacerá el futuro acuerdo constitucional, y la labor de la ministra será la de acercar a las partes para que surja un camino constitucional en el futuro próximo.
Continuando con los cambios, en el ministerio de Salud también hubo movimientos. La ex ministra María Begoña Yarza salió de este puesto en reemplazo de Ximena Aguilera, quien tendrá la importante misión en dirigir una de las carteras más importantes de La Moneda. Aguilera es médica cirujana de la Universidad de Chile y se especializó en salud pública en la misma casa de estudios. Se desempeñaba como directora del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud de la Facultad de Medicina de la Clínica Alemana y de la Universidad del Desarrollo.
En el ministerio de Energía también hubo un reajuste. El ex ministro Claudio Huepe, fue informado en las primeras horas de esta mañana que sería alejado de su cargo y que a su lugar llegaba Diego Pardow, quien se desempeñaba como asesor de La Moneda.
El ex ministro de Ciencia, Flavio Salazar, fue alejado de su puesto y reemplazado por la independiente Silvia Díaz Acosta, y es la primera mujer en ocupar este lugar tras su creación el 2018. Díaz Acosta es oriunda de la ciudad de Quillota, ubicada a 125 kilómetros de Santiago, y es doctora en Química de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Reacciones al cambio
Una vez que se confirmaron estos reajustes el presidente de Chile, Gabriel Boric, habló al país y destacó que “los cambios de gabinete siempre son dramáticos en Chile y a éste no le ha faltado su dosis. Tenía que doler y duele, pero es necesario”.
El presidente agregó que “no sé puede gobernar con superficialidad. Por eso, no bastan las palabras para acercar nuestra visión al pueblo, tenemos que mostrarlo en hechos. Se agotó el tiempo en que éramos novedad, desde este nuevo punto de partida nos toca trabajar para recuperar en las instituciones la confianza”.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, manifestó que “se sienten comprometidos” por la responsabilidad que les ha traspasado el país. Sobre la reestructuración al interior de La Moneda la nueva Tohá dijo que “cambiar nombres no tiene un efecto mágico, lo que tiene un efecto mágico es mover todas las energías del Estado, de sus servicios, ministerios, funcionarias y funcionarios, en dirección a responder a la ciudadanía; mover también nuestra capacidad de lograr acuerdos con todos los sectores, de convocar a la sociedad civil, a la ciudadanía, al sector privado”.
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