La aplastante victoria del “rechazo” en el plebiscito constitucional de Chile no tuvo excepción en las comunas de mayoría indígena, donde el resultado fue aún más pronunciado que en la cifra general.
El tema fue uno de los que más polémica levantó en la campaña, ya que el texto propuesto por la Convención Constituyente planteaba una mayor autonomía para los pueblos indígenas, con una declaración de estado plurinacional.
Sin embargo, allí el “apruebo” tuvo aun menos apoyo que el 38% logrado a nivel nacional. De hecho, esa opción solo ganó en 8 de las 346 comunas del país (sin contar el voto en el extranjero), y ninguna de esas fue de mayoría indígena, que representa el 12,8% de la población general según el censo de 2018.
En Alto Biobío, donde el 84,2% de la población declaró ser indígena, la opción Rechazo alcanzó el 70,75% de los votos válidos (3.265). En Saavedra, donde 8 de cada 10 habitantes se declara indígena, el Rechazo ganó con el 68,05% de los votos.
Similares escenarios se dieron en Cholchol (73,8%), Tirúa (77,2%), Galvarino (74,9%), Camiña (87,6%), Colchane (94,7%), San Juan de la Costa (64%) o General Lagos (87,5%).
La actual Constitución no hace referencia a los pueblos originarios, mientras que la propuesta planteaba una autonomía y reconocimiento de 11 pueblos y naciones, sin permitir atentar contra el carácter “único e indivisible” del Estado, respetando la Constitución, los tratados internacional y la Corte Suprema.
Los detractores sostienen que otorgar tal autonomía a los indígenas y permitirles guiarse por una justicia especial los convertirá en ciudadanos “privilegiados”, pero quienes apoyan la plurinacionalidad creen que salda una vieja deuda.
Opinión dividida
“Yo estoy de acuerdo con la pluriculturalidad, por supuesto que sí (...) Pero que nos dividan en distintas naciones, distintas leyes, que no son igual para todos, eso me parece aberrante”, dijo días atrás a la agencia AFP en un acto de campaña Isabel Rodríguez, una ejecutiva de cuentas de 42 años que se define de “clase media”.
Ese fue uno de los argumentos más resonantes en la campaña previa al plebiscito.
Los indígenas más radicales tampoco creen que la plurinacionalidad sea la respuesta a las históricas reivindicaciones de tierras que consideran suyas. “Nosotros queremos reconstruirnos como Nación mapuche, no otra manera”, dijo a la AFP el desafiante lonko (jefe) de la comunidad rural de Temucuicui, Víctor Queipul, que lidera una de las zonas más combativas del sur chileno. “Yo no transo con ningún político, con ningún Estado”, señaló Queipul.
Otros indígenas como Julio Hotus, miembro del Consejo de Ancianos de Isla de Pascua, un territorio insular chileno de origen polinésico en medio del Pacífico, apoyan no obstante la nueva Constitución. Hotus había manifestado estar “muy esperanzado” en que el texto represente “una nueva vida para el país”. “Para nosotros, los rapanuí, es la oportunidad del siglo”, afirmó.
Hilary Hinen, de la escuela de Historia de la Universidad Diego Portales, aseguró que la propuesta constitucional representa un “gran avance respecto a la relación entre el Estado y los pueblos originarios” del país. “Es sin duda muy importante dentro de ese proceso (de diálogo); ofrece herramientas que actualmente no tenemos y sin duda la plurinacionalidad sería un gran aporte para justamente tratar de encontrar vías políticas” para enfrentar el actual conflicto, que es político, afirmó.
Los mapuches viven hoy en apenas 5% de lo que eran sus antiguos territorios en el sur de Chile, que quedaron en manos de empresas forestales y agricultores. Su tasa de pobreza duplica la del resto de la población.
(Con información de AFP)
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