El ex presidente de Chile, Sebastián Piñera, instó a la unidad, dijo que el país necesita una nueva Constitución y aseguró que a partir de esta noche el país “tiene la oportunidad de una vida más feliz”.
El político conservador votó en un colegio de la comuna de Las Condes, en la zona alta de la capital, junto a su esposa, Cecilia Morel, y algunos de sus nietos, en la mesa 111, en traje y cómodas zapatillas.
“Llevamos demasiado tiempo de confrontación, violencia. Sólo con unidad vamos a poder construir la casa de todos afirmó antes de señalar que “tenemos un compromiso por una nueva y buena Constitución, y ese compromiso lo vamos a cumplir”.
“A partir de esta noche es importante que predomine el diálogo y dejemos fuera la cultura de la cancelación. Chile es un país maravilloso y tenemos la oportunidad de tener una vida más feliz. Lo mejor está por delante. Se requiere una nueva actitud. En los últimos tiempos la división pasó todos los límites”, finalizó tras instar a la población “a votar con alegría”.
Más de 15 millones de chilenos están llamados este domingo a las urnas para decidir, en un plebiscito obligatorio, si aprueban o rechazan una propuesta de nueva Constitución elaborada durante un año por una convención constituyente paritaria y elegida democráticamente.
En varias partes del país se vieron largas colas al abrir las mesas de votación a las 08H00 (12H00 GMT) de este domingo, en un plebiscito que apunta a derogar la Carta Magna vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El presidente izquierdista de Chile Gabriel Boric fue uno de los primeros en ir a votar junto a su padre y hermano en Punta Arenas, ciudad en el extremo austral del país frente al Estrecho de Magallanes.
“En Chile nuestras diferencias las resolvemos con más democracia, nunca con menos. Estoy profundamente orgulloso de que hayamos llegado hasta aquí”, escribió el mandatario en su cuenta Twitter.
La opción del “Rechazo” a la nueva Constitución lidera todas las encuestas desde hace más de un mes, pero la campaña del “Apruebo” movilizó multitudes sobre todo en Santiago, alimentando la ilusión de un triunfo.
Los actos de cierre de campaña el jueves en la capital de este país de casi 20 millones de habitantes, dieron dos fotos muy diferentes que contrastan con los pronósticos.
La fiesta callejera del “Apruebo” convocó entre 250.000 y 500.000 personas, según los organizadores, mientras el acto de cierre del “Rechazo” consistió en un evento de no más de 400 personas en un anfiteatro de Santiago.
(Con información de EFE y AFP)
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