La Asamblea Nacional del Ecuador entrará en su primer receso legislativo de este 2022. El Consejo de Administración Legislativa, el máximo órgano del congreso, decidió que los legisladores harán una pausa en sus funciones entre el 12 y el 16 de septiembre. Todas las sesiones del pleno y de las comisiones legislativas se suspenderá así como el trámite de los proyectos de ley.
La decisión del Consejo de Administración Legislativa sucede en un momento en el que la Asamblea Nacional tiene muy poca credibilidad entre los ecuatorianos. De acuerdo con el estudio de opinión realizado por Click Report, en agosto de 2022, nueve de cada diez ecuatorianos califican como mala la gestión del Congreso.
Desde que los legisladores fueron posesionados, el 14 de mayo de 2021, han votado 63 veces para aprobar o archivar leyes, según los datos del Observatorio Legislativo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo. En más de un año en el cargo, los asambleístas han aprobado 19 leyes, 12 eran parte de la agenda parlamentaria que ellos mismos programaron.
En otras 37 ocasiones han votado en temas relacionados con la fiscalización y el control político. También se registran votaciones para aprobar resoluciones, que en el caso de la Legislatura no tienen carácter vinculante, según demuestran los datos del Observatorio.
Antes de tomar sus vacaciones, los legisladores deberán resolver el juicio político en contra de tres vocales del Consejo de la Judicatura, que es el órgano de gobierno, administración y disciplinario de la Función Judicial. El último acto que realizará la Legislatura antes del receso es la instalación de una sesión solemne por la conmemoración del Día de la República en Riobamba, a 210 kilómetros de Quito.
De acuerdo con la Ley de la Función Legislativa, la Asamblea Nacional tendrá dos recesos en el año. La normativa señala que “el receso parlamentario es el período que media entre dos períodos ordinarios de sesiones”. Este periodo sólo “puede interrumpirse por convocatoria o autoconvocatoria a período extraordinario de sesiones”.
En el Congreso del Ecuador hay 137 asambleístas. La bancada Unión por la Esperanza, afín al expresidente Rafael Correa, es la más cuantiosa: 47 legisladores se adhieren a esta. Le sigue la bancada oficialista con 26 diputados, la bancada de Pachakutik, el movimiento indígena ecuatoriano, tiene 25 integrantes. La bancada de la Izquierda Democrática tiene 15 integrantes y le sigue la del Partido Social Cristiano, con 14 legisladores. Hay 10 asambleístas que se autodenominan como independientes. Sin embargo, los movimientos en el congreso son volátiles y no hay uniformidad en las votaciones, pues prima la operación política a la hora de conseguir votos.
La función de los asambleístas ecuatorianos es legislar –crear, modificar o archivar leyes– y fiscalizar. Los datos del Observatorio Legislativo registran que hay 23 legisladores que no han presentado proyectos de ley, es decir no han propuesto nuevas leyes ni modificaciones a las normativas existentes. De estos, 11 pertenecen a la bancada de UNES, 7 son de la bancada oficialista, 3 son del Partido Social Cristiano y 2 son independientes.
Otros 35 legisladores han presentado apenas un proyecto de ley, 22 diputados han impulsado dos proyectos. Las cifras muestran que el 58 % de legisladores apenas han elaborado entre 0 y 2 proyectos de ley. Apenas 12 asambleístas, el 8 % de la legislatura, han presentado entre 7 y 14 proyectos de ley.
Un asambleísta en Ecuador gana un salario mensual de USD 4.759 y cuenta con un equipo conformado por dos asesores y dos asistentes. Si el asambleísta preside alguna comisión o es miembro del Consejo de Administración Legislativa puede ampliar su equipo de trabajo.
Un informe del Observatorio de Gasto Público del Ecuador, publicado en marzo de 2022, analizó el periodo legislativo anterior, indica que en los últimos 10 años tanto el presupuesto de la Asamblea como el gasto para el pago del personal en el congreso ha incrementado. El mayor rubro de gasto de la Legislatura es para pagar a su personal.
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