Nueve periodistas del medio digital independiente cubano El Toque anunciaron este miércoles su renuncia y denunciaron “presiones directas e indirectas de los Órganos de la Seguridad del Estado”.
En un editorial publicada este miércoles, El Toque afirmó que seis de los nueve reporteros formaban parte del grupo al que se le impidió viajar a Argentina la semana pasada para atender a una conferencia de innovación periodística.
“Estos jóvenes periodistas han sido capaces de dar una demostración de civismo, a pesar de las presiones a las que están sometidos. Tienen miedo -lo tenemos todos-, pero aun así se han negado a declarar en contra de sus colegas”, afirma el artículo.
El Toque ya había advertido la semana pasada de que sus comunicadores han sido objeto de “interrogatorios y chantajes” por parte de agentes de la dictadura de Miguel Díaz-Canel.
De acuerdo con el medio digital, a los nueve reporteros se les pidió decir públicamente que renunciaban a su profesión.
En los pasados días, la prensa independiente había dado cuenta de al menos cuatro comunicadores de El Toque que habían anunciado en redes sociales que dejarían el periodismo.
“Me voy porque otros me obligan. Me obligan a irme de El Toque y a no trabajar más en un medio alternativo, y guardar, casi por ende, mi título bajo un colchón”, escribió la comunicadora Meilin Puertas Borrero el pasado lunes en redes sociales.
Un día después, Mauro Díaz, hasta entonces reportero del mismo medio publicó: “Nadie me pidió que hiciera público cuando empecé a trabajar en El Toque. Sin embargo, al igual que algunos de mis compañeros, hago pública mi renuncia”.
Para el medio independiente, esta petición “sin nombrar a la Seguridad del Estado” no fue “la única condición”, y denunció que también se les decomisaron los “medios básicos de trabajo y la extensión de la sanción de prohibición de salida del país”.
“¿Qué respuesta se espera ante las mentiras, las calumnias y las amenazas que profieren oscuros oficiales del Ministerio del Interior al servicio del Gobierno de Miguel Díaz-Canel y del Partido Comunista? ¿Cómo reaccionar cuando a un joven le dicen que no saldrá de Cuba si no filma un video abjurando de sus colegas y le convierten la isla en cárcel, arrancándole la posibilidad (y el derecho) de irse a estudiar, visitar o a vivir a otros países? ¿Cómo mantenerse incólume cuando te acusan de mercenario y antipatriota por contar una realidad que necesitan ocultar los que detentan el poder?”, señala El Toque en su publicación.
De igual forma, el editorial advierte que con estas acciones, el régimen cubano abre “un camino que conducirá al procesamiento judicial bajo el nuevo Código Penal”. La nueva norma –aprobada el pasado mayo– prohíbe, entre otras cosas, la financiación externa de los medios de comunicación, lo que apunta directamente a los independientes.
En ese mismo sentido, el anteproyecto de ley de comunicación social presentado en julio reafirma que los medios nacionales -en referencia a los oficiales- “son de propiedad socialista” y “no pueden ser objeto de otro tipo de propiedad”.
“Nos entristece tener que –sin razón racional– dejar de trabajar con un colega y además nos indigna ver el menú de acciones represivas que incluye atacar a la familia y el chantaje”, lamentó José Jasán Nieves, director general del medio, en una transmisión en directo en redes sociales.
Con estas nueve renuncias queda en el aire la duda de cómo operará El Toque –fundado en 2017– de ahora en adelante.
Consultado al respecto, Nieves apuntó: “En estos momentos nos quedan todavía colegas dentro de Cuba (...) Si llegara el escenario en el que no nos quede ningún colaborador (en la isla), esperamos seguir siendo suficientemente resilientes para seguir contando la realidad cubana” desde el exterior.
Actualmente El Toque ya tiene profesionales trabajando desde el exterior, algo habitual en los medios independientes por las presiones. El editorial está firmado en La Habana, Madrid, Miami, Toronto, Ciudad de México, Guadalajara, Lausana y Guayaquil.
El Toque es un medio independiente cubano -en contraste con los medios oficiales- que cuenta con presencia en la isla y opera en una zona gris, entre la tolerancia ilegal y la represión. “A nuestros colegas que resisten, a quienes han tenido que abandonar el periodismo independiente y a quienes lo tendrán que hacer, expresamos nuestro agradecimiento y admiración. Sepan, como evoca la frase de Oswaldo Payá, que la noche no será eterna”, concluye el editorial.
Con información de EFE
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