La influyente revista semanal estadounidense Time dedica este miércoles una larga entrevista de varias páginas al presidente chileno, Gabriel Boric, quien es además portada a toda página de esta edición, a solo cuatro días de que Chile vote en un crucial referéndum el texto de una nueva Constitución.
El joven mandatario, de 36 años, reconoció que el “no” pude imponerse en el referéndum, lo que “sería legítimo”. Agregó, sin embargo, que tendrá que “continuar con el mandato del pueblo (porque) tenemos un consenso para una nueva Constitución y sobre la necesidad de actualizar los fundamentos de nuestra sociedad”.
Sobre el proyecto de Constitución, afirmó: “Aborda temas realmente importantes no sólo para Chile, sino para el mundo. Tiene una visión de armonía entre el desarrollo y el cuidado del medio ambiente, que era realmente ajena a las constituciones del siglo XX. Incorpora una perspectiva feminista, que es fundamental. Y establece algunas cosas tremendamente importantes, hacia las que tenemos que avanzar progresivamente: los derechos de los trabajadores, la difusión de oportunidades y recursos fuera de Santiago. Tengo una buena opinión del proyecto. Siempre hay cosas que se pueden mejorar, y ese debate lo tenemos. Pero es un gran paso adelante para Chile”.
Sobre si un rechazo al texto propuesto significaría convocar una nueva Convención Constitucional, el jefe de Estado fue claro: “Es lo que como Gobierno debemos hacer. El pueblo así lo ha decidido. Podemos estudiar los detalles, pero es el mandato primordial”. “Estoy convencido de que lo vamos a conseguir, independientemente del resultado del 4 de septiembre. Ahora, nosotros, como gobierno, tenemos el deber de gobernar, independientemente de lo que ocurra. Hay problemas que van más allá de la conversación constitucional”, apuntó.
La entrevista, de tono amable y presentada en portada como “La nueva guardia”, aborda una gran cantidad de temas, incluido el de una supuesta vacilación a la hora de gobernar y de enfrentarse a cuestiones como los fondos de pensiones o la seguridad, ante lo que el presidente chileno se defendió y sostuvo que sus responsabilidades como gobernante “son muy distintas a las que fueron en otros momentos”.
“Soy presidente de todos los chilenos, así que a veces tengo que hacer cosas que me disgustan. En política, cambiar de postura no es debilidad siempre que sea coherente con tus principios (...) Me preocupa más la gente que no cambia de opinión”, remarcó.
Sobre el conflicto mapuche, reiteró que “el estado de emergencia no es la solución, (pero) tuvimos que aplicarlo porque los desafíos a la seguridad eran graves”. Pese a los episodios de violencia que vivió el país, el jefe de Estado se mostró optimista en que “la solución llegará a través del diálogo entre el pueblo mapuche y el estado chileno”, pese a la actitud de “algunos grupos, no representativos del pueblo mapuche que están armados y no tienen interés en el diálogo”.
“IR MÁS ALLÁ DEL CAPITALISMO”
La entrevistadora Ciara Nugent le recordó sus ataques al neoliberalismo y le consultó si se considera socialista, frente a lo cual Boric afirmó que su Gobierno “aspira a una forma de organización que vaya más allá del capitalismo”, porque las políticas neoliberales en Chile “redujeron el estado a su mínima expresión y generaron un individualismo radical”.
“Creo en la tradición liberal socialista pero no en un estado que controla todo como el socialismo del siglo XX, que fracasó”, proclamó el presidente chileno, que no rehúye el calificativo de izquierdista.
Sobre cómo esto se refleja a nivel continental, también se explayó: citó como próximos al colombiano Gustavo Petro y al brasileño Lula da Silva, pero marcó claras distancias con el nicaragüense Daniel Ortega: “Soy muy crítico con las tendencias autoritarias en la izquierda continental, y eso me ha costado muchas críticas”.
Eso no significa -aclaró- que apoye la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela de los foros continentales, como propugna Estados Unidos, pues consideró que “la exclusión no ha funcionado para corregir las cosas: si tenemos eventos multilaterales y solo van los que están de acuerdo, no tiene ningún sentido”: “Preferiría poder decirle a Daniel Ortega que no estoy de acuerdo con él y que debería liberar a los presos políticos -[como] Dora María Téllez- para decírselo a la cara y enfrentarlo”.
MENSAJE PARA INVERSORES
Sobre la relación de su Gobierno con las multinacionales mineras y del sector extractivo -vitales para Chile-, Boric aclaró un punto fundamental: su Gobierno buscará estándares ambientales más estrictos, “pero vamos a respetar la ley, porque hay que generar certeza. No cambiamos las reglas sobre la marcha a mitad del juego”.
Los materiales concretos que su Gobierno pretende regular de forma más estricta son el cobre -del que Chile es primer productor mundial-, el litio y el hidrógeno, y avanza alguna idea: “Hacer que la exportación de esas materias primas o energía esté condicionada a cambios de comportamientos de consumo en los países más desarrollados”.
CORBATA Y TRANSTORNOS
La entrevista también incluyó cuestiones más personales y de estilo. Por ejemplo, Boric se refirió a su rechazo a la corbata, al indicar que “cada uno tiene su propio estilo”. En ese sentido, recordó cómo la imagen de la masculinidad ha ido cambiando a lo largo de los siglos: “Las corbatas para mí no tienen ningún sentido”.
También habló sin tapujos sobre su internamiento en una ocasión por un trastorno obsesivo-compulsivo. Durante la entrevista opinó que hablar abiertamente de problemas psicológicos significa “romper algunos mitos” como el que la salud mental significa debilidad.
Por último, Boric concluyó la entrevista hablando de su amor por la música y no dejó de exponer su variado gusto: desde Los Prisioneros a Charlie García o Ciro Rodríguez en el repertorio latinoamericano, para continuar con Bob Dylan, Pearl Jam, Nirvana, Metallica y Radiohead en el plano más internacional.
(Con información de EFE)
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