El ex presidente boliviano Evo Morales denunció el robo de su teléfono celular durante un evento de su partido político en el que se encontraba el ministro de Interior, lo que causó revuelo en Bolivia.
“El robo de mi teléfono celular ocurrió en un acto que contaba con la presencia del ministro de Gobierno [Interior, Eduardo del Castillo] y su [personal policial de] seguridad”, afirmó Morales en su cuenta en Twitter.
Y acotó: “No quisiéramos pensar que es parte de un ataque planificado para perjudicarnos”.
El evento político del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) se realizó el domingo en un poblado del departamento de Santa Cruz (este). Él estuvo rodeado de sus militantes y realizó un discurso desde un improvisado proscenio.
Morales (2006-2019) ha manifestado con anterioridad sus críticas públicas al desempeño del ministro Del Castillo y su partido MAS pidió al presidente Luis Arce su destitución, aunque el mandatario no se hizo eco de los reclamos.
El ex gobernante aymara también indicó que no tiene “nada que ocultar”, pero que “denunciaremos cualquier intento de usar montajes o tergiversaciones en nuestra contra”.
Del Castillo no hizo ningún comentario.
El influyente diputado del MAS, Juanito Angulo, señaló que “es el celular de un líder importante, histórico, un ex presidente y por supuesto que tiene información importante”.
Incluso aseguró que “hay infiltrados” de la derecha en los actos del oficialismo y que sospecha que ellos deben tener el teléfono.
El robo del aparato motivó denuncias de la oposición de que el gobierno desplaza a un número inusitado de policías para aclarar el caso y encontrar el celular.
El legislador opositor, José Carlos Gutiérrez, señaló que “es impresionante la movilización que está habiendo por parte de la policía por la pérdida del celular”.
En su opinión “llama la atención” todo ese despliegue, “porque pareciera que ese celular es una mina de oro para conocer todas sus conexiones” políticas y sindicales.
Alejandro Reyes, otro legislador de oposición, consideró que “no era necesario movilizar a la Policía por un descuido personal” y que Morales debería revelar qué información tiene, para justificar por qué se mueve el “aparato de seguridad nacional” por un teléfono.
La pelea muda entre Arce y Morales
Analistas ya anticiparon que las discusiones internas del MAS ponen las cosas muy difíciles en las internas de cara a las próximas elecciones presidenciales, ya que los dos líderes actuales, el presidente Luis Arce y el hombre que lo designó, Morales, tienen el mismo objetivo: han decidido definir quién de ellos será el candidato en 2025, cuando Bolivia cumpla 200 años de existencia.
La llegada de Arce a la presidencia se dio tras las elecciones que propició la gestión de Jeanine Añez, posterior a la caída de Morales. El cocalero insiste en que hasta que no se reconozca que aquello fue un golpe de Estado no habrá reconciliación nacional. La oposición cree que Arce no hace mucha referencia a ese tema porque resultó el máximo beneficiario ya que le permitió acceder al máximo cargo del país, tras ser ministro de Economía entre 2006 y 2018.
Morales y Arce realizan actos juntos, pero están distanciados y sólo uno de ellos podrá ser candidato en 2025. El episodio del celular ha sumado un mojón más en su pelea, ya no tan silenciosa, por liderar al MAS.
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