Los cada vez más frecuentes cortes eléctricos en Cuba están empezando a azuzar el descontento social contra el régimen, con manifestaciones de protesta en varias partes del país que el presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, calificó de “indecentes”.
Desde hace meses, la crisis energética lastra todos los ámbitos de la economía y afecta de forma notable a la vida diaria, aumentando el descontento de la población. Ya el año pasado los apagones fueron una de las razones detrás de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, a juicio de los analistas.
En los últimos días se han producido varias protestas de menor entidad, principalmente en localidades pequeñas con prolongados apagones, aunque también se han registrado en Santiago de Cuba, La Habana y otras provincias del país.
Lo cortes se deben a fallas y rupturas en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados.
Sin embargo, Díaz-Canel atribuyó la crisis energética al embargo impuesto por Estados Unidos, que, según el mandatario, habría dejado al país sin el financiamiento necesario para modernizar su infraestructura energética.
Durante un recorrido realizado este sábado por termoeléctricas de La Habana, Artemisa y Mayabeque, Díaz-Canel aseguró que las roturas y averías que han sufrido la mayoría de esas centrales no han sido provocadas por sabotajes ni negligencia, sino que son el resultado de las sanciones económicas impuestas por Washington.
“Tiene que ver con las afectaciones sistemáticas que nos ha provocado el bloqueo, que dejó al país sin financiamientos posibles para realizar las labores de mantenimiento, de reparación y de nuevas inversiones que necesitaba el sector. Por lo tanto, hoy tenemos un proceso acumulado de deterioro tecnológico, que no se puede resolver en poco tiempo”, expresó Díaz-Canel en declaraciones reproducido por el portal Presidencia de Cuba.
Díaz-Canel también denunció que la crisis energética en el país ha sido aprovechada por “los enemigos de la Revolución para crear desaliento, incertidumbre, para hacer convocatorias a hechos vandálicos, para promover el desorden”.
“Lamentablemente hay personas que con un comportamiento vandálico, indecente, se prestan para esas acciones”, dijo.
En julio se registraron apagones en 29 de los 31 días y en agosto la situación parece mantenerse, según datos de la UNE cotejados por Efe.
Este lunes, la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) de la isla pronosticó para la jornada un déficit del 36 % de la capacidad de generación durante el horario de mayor demanda.
Por ello, se repetirán los prolongados e incómodos apagones que desde hace varios meses afectan distintas regiones de la isla -incluida La Habana desde los primeros días de agosto- a veces hasta por más de 10 horas consecutivas.
Cuba depende en gran medida del petróleo extranjero para producir energía (las termoeléctricas generan dos tercios de la electricidad) y su principal proveedor, Venezuela, ha disminuido notablemente sus envíos.
El Gobierno cubano aspira a reducir esta dependencia y cuenta con un plan para que en 2030 el 37 % de su mix energético (algo más de 3.500 MW) provenga de fuentes renovables.
El país atraviesa una grave crisis económica desde hace dos años por la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos y los fallos en la gestión nacional.
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