Partidarios y detractores de la propuesta de una nueva Constitución en Chile se enfrentaron este domingo en el centro de Santiago tras coincidir dos marchas opuestas en la recta final de una campaña donde escala la tensión por el plebiscito constitucional que se desarrollará el próximo domingo 4 de septiembre.
Una marcha de ciclistas favorables a aprobar la nueva carta magna llegó a la plaza Italia, epicentro de las protestas desde octubre de 2019, y se cruzó con otra organizada por gente del campo, que a lomo de caballo y en carruajes expresaba su rechazo a la propuesta.
En la céntrica rotonda capitalina ambos grupos se enfrentaron a gritos, se lanzaron piedras e incluso algunos jinetes dieron latigazos a los ciclistas.
De acuerdo a un video difundido por canales de televisión locales, uno de los carruajes tirado por caballos atropelló a varios ciclistas, al irrumpir al galope en la marcha de los partidarios de la Constitución.
El presidente del partido Comunes, Marco Velarde, que forma parte del oficialista Frente Amplio, condenó lo sucedido en redes sociales. “En el último tramo de campaña no puede escalar este nivel de violencia”, alegó en su cuenta de la red social Twitter.
En la noche del sábado, en un acto público por la opción “Apruebo” a la nueva Constitución, celebrado en la costera ciudad de Valparaíso, se realizó una intervención supuestamente artística en la que una persona extraía una bandera de Chile del ano de otra.
El acto fue grabado y compartido en redes sociales, generando gran polémica y repudio por parte de oficialismo, oposición, sociedad en general y organizaciones LGBTI. Desde el gobierno indicaron que denunciaron el hecho ante la Fiscalía.
Los sucesos ocurrieron en el último fin de semana de campaña antes del plebiscito del próximo domingo, en el que 15 de los casi 20 millones de habitantes en Chile están llamados a las urnas con voto obligatorio para validar o no la propuesta de nueva Constitución.
En noviembre de 2019, tras una noche de desorden absoluto, las fuerzas políticas llegaron a un acuerdo -en el que jugó un rol relevante el actual presidente Gabriel Boric cuando era diputado opositor al gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022)- para convocar un plebiscito sobre la Constitución. Más del 78% de los chilenos se inclinó por cambiar el texto actual y decidió en octubre de 2021 que el órgano encargado de redactar el nuevo fuera una convención de 155 miembros elegidos solo para ese trabajo.
Pese al entusiasmo inicial, la convención constituyente fue perdiendo adherentes por los roces internos y varios escándalos que salpicaron a una lista de constituyentes ligados al estallido social.
Los últimos sondeos revelaron que se impondría, con más de 10 puntos de diferencia, la opción de rechazar el nuevo texto, que declara a Chile un Estado social de derecho y consagra derechos fundamentales.
El carácter plurinacional del Estado, el sistema de justicia o la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en el texto que generan más polémicas, aunque hay un acuerdo entre las fuerzas de izquierdas para modificarlo en caso de que gane el “Apruebo”.
En caso de rechazo del texto, seguirá rigiendo la carta magna actual, redactada durante la dictadura de Pinochet (1973-1990) pero reformada decenas de veces tras el retorno a la democracia.
Con información de AFP
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