El presidente de Perú, Pedro Castillo, y su familia se enfrentaron este viernes a una maratón de audiencias judiciales, tras las acusaciones de la fiscalía de dirigir una red de corrupción que operaba desde el propio palacio de gobierno.
En este entramado de audiencias, la primera en comparecer ante un juez este viernes, en forma virtual, fue la cuñada del mandatario, Yenifer Paredes, para quien la fiscalía pidió 36 meses de prisión preventiva.
La audiencia se inició con dos horas de retraso, por lo que el juez Johnny Gómez Balboa tomó la decisión de suspenderla y reprogramarla para el domingo a las 16:00 hora local, argumentando que “éste es un caso complejo”.
El abogado defensor, José Dionicio Quesnay, se declaró “conforme” con la decisión, pero el fiscal Jorge García Juárez señaló: “Ya deberíamos tener una resolución sobre el pedido de prisión preventiva”.
De acuerdo a lo esgrimido por la fiscalía peruana, la cuñada de Castillo, se arriesga a una condena de 23 años de prisión.
A las afueras del tribunal, seguidores y adversarios de Castillo se concentraron para conocer la resolución del caso, sin embargo, a las horas de anunciada la reprogramación de la audiencia, se dispersaron del lugar donde estaban separados por un cordón policial.
Yenifer Paredes se encuentra en prisión preliminar en un cuartel policial en Lima desde el 10 de agosto, un día después de que el palacio de gobierno fuera allanado por fiscales y policías, con el fin de arrestarla.
En su momento, el presidente Castillo calificó el allanamiento como “ilegal” y ahora busca destituir al coronel Harvey Colchado, quien dirigió la operación, por considerar que “vulneró” la inmunidad presidencial.
“La cuñada de Castillo formaba parte de una organización criminal liderada por el señor presidente de la república”, sostuvo el fiscal Jorge García Juárez al fundamentar el martes el pedido de prisión.
Yenifer, quien considera a la pareja presidencial como sus “padres”, “es parte de esta red criminal como lobista o coordinadora”, agregó.
En la audiencia de este viernes también compareció José Nenil Medina, alcalde de Anguía, un pueblo de la norteña de Cajamarca, región de la que es oriunda la familia de Castillo.
La cuñada y el alcalde supuestamente actuaron en alianza para ofrecer y adjudicar irregularmente obras de saneamiento, según la fiscalía, que pidió para cada uno de ellos 36 meses de prisión preventiva.
LA DEFENSA FAMILIAR
El lunes 5 de septiembre, Pedro Castillo deberá comparecer ante la fiscalía y su esposa, Lilia Paredes, ante un juez. Castillo, por su parte, niega cualquier delito de su familia y dice ser víctima de una “campaña” para sacarlo del poder y afirmó el pasado martes que su esposa y su cuñada “van a demostrar que no han robado un centavo al Perú”.
El mandatario peruano ya ha declarado en dos oportunidades ante la fiscalía: el 17 de junio por supuestos sobornos en contratos de obras públicas y el 4 de agosto por presuntos ascensos irregulares en las fuerzas armadas.
Entretanto, la primera dama fue interrogada por la fiscalía el 8 de julio. Cinco días después acudió a una citación del Congreso, pero se negó a responder las preguntas por recomendación de su abogado, Benji Espinoza.
TRÁFICO DE INFLUENCIAS
El jefe del gabinete ministerial, Aníbal Torres, dijo este viernes que “el Ejecutivo está de acuerdo en que se hagan investigaciones fiscales, judiciales, administrativas y políticas, pero que se haga con objetividad, no con ánimo de persecución”.
Castillo está citado a la fiscalía para responder por la abrupta salida, el 20 de julio, del ministro del Interior, Mariano González, quien se mantuvo apenas dos semanas en su cargo. También será interrogado sobre un supuesto tráfico de influencias en la compañía estatal PetroPerú.
“¿Tenemos, realmente, un presidente honesto? Qué bueno, que siga trabajando, y bien. De lo contrario, si tenemos uno que está coludido y gestando una organización criminal, que se vaya”, declaró el jueves la jefa del Congreso, la opositora Lady Camones.
CONTINÚAN LAS INVESTIGACIONES
La primera dama debe comparecer ante el juez Raúl Justiniano Romero en una audiencia en que los fiscales fundamentarán un pedido para prohibirle que salga del país durante tres años. Esta solicitud incluye a dos de sus hermanos: Walter y David Paredes.
En sus 13 meses en el poder, Castillo ha vivido bajo el cerco de la fiscalía y el pertinaz asedio de un Congreso que exige su renuncia.
Ha sobrevivido a dos intentos de destitución por parte del Parlamento y la fiscalía no puede llevarlo a juicio hasta el fin de su mandato, el 28 de julio de 2026, pues tiene inmunidad.
Castillo enfrenta seis investigaciones de la fiscalía, algo también inédito para un presidente en ejercicio en Perú.
(Con información de AFP)
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