Casi una treintena de familiares de los 14 tripulantes venezolanos del avión venezolano-iraní retenido en Argentina desde junio salieron este jueves del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, para reencontrarse en ese país con los trabajadores de la aeronave, investigada por posibles vínculos con el terrorismo internacional.
El ministro de Transporte, Ramón Velásquez, informó que, por instrucciones de Nicolás Maduro, su despacho activó una “misión especial” para que los tripulantes de Emtrasur, filial de la estatal Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa) y propietaria del avión que hasta enero de este año operaba con bandera de Irán, se reencuentren con sus familiares.
“Nuestro Gobierno humanista y socialista es solidario con quien lo necesita. Sigue la lucha por la liberación de la tripulación”, expresó en su cuenta de Twitter Velásquez, donde compartió imágenes de los viajeros en el aeropuerto venezolano, antes de comenzar el viaje.
El “vuelos chárter”, con 27 pasajeros entre “madres, padres, esposas e hijos”, salió de Venezuela la madrugada de este jueves hacia el aeropuerto boliviano de Viru Viru, desde donde, posteriormente, los pasajeros partirán con destino a Buenos Aires, de acuerdo con la cartera de Transporte.
En las últimas semanas, el régimen ha presionado por la devolución del avión a través de actividades en la calle y mensajes publicados en medios de comunicación y en las redes sociales, por donde ha promovido la campaña “Devuelvan el avión”, con la que también piden el regreso de los tripulantes.
Asimismo, el Ejecutivo, así como la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), han denunciado la “intención” de Estados Unidos de “apropiarse ilegalmente” del avión.
El pasado 2 de agosto, el Departamento de Justicia de EEUU solicitó a Argentina que le permita confiscar la aeronave debido a que, a su juicio, está sujeta a sanciones, puesto que su transferencia por parte de la empresa iraní Mahan Air a Emtrasur viola las leyes de exportación de la nación norteamericana.
El 11 de agosto, un juez de Argentina autorizó que el avión fuera requisado por representantes del FBI y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, haciendo escala en Venezuela, presuntamente para trasladar cargamento a una empresa automotriz, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino de la localidad bonaerense de Ezeiza porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
A mediados de junio, un juez argentino ordenó la retención de los pasaportes de los miembros iraníes de la tripulación, quienes tienen plena libertad de movimientos, mientras está en curso la investigación.
(Con información de EFE)
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