El general Nelson Proaño, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, aseguró que las Fuerzas Armadas no han sido notificadas sobre la identidad de los 18 miembros de esta institución a quienes supuestamente les fue revocada la visa de entrada a los Estados Unidos.
Proaño puntualizó que su pronunciamiento se da después de una entrevista ofrecida por el embajador estadounidense Michael Fitzpatrick a la Revista Vistazo, publicada el 15 de agosto, en la que el diplomático se refirió al retiro de visas a 18 miembros de alto rango en las Fuerzas Armadas ecuatorianas, la mayoría de la Armada. En su respuesta, Fitzpatrick aseguró que estas medidas pretenden luchar contra el narcotráfico y aumentar los niveles de seguridad ciudadana.
El general en jefe dijo que no ha recibido información de la lista de quienes habrían sido cancelados por los Estados Unidos, sin embargo, enfatizó que se tomarán medidas administrativas en contra de quienes consten en esta enumeración.
El comandante general de la Armada, Brúmel Vázquez, dijo que hará lo que sea necesario para mantener la integridad de las fuerzas militares y evitar que se socave el trabajo de los 9.500 infantes de la Marina del Ecuador.
Los miembros de la Armada también caen en las redes del narco
Ocho miembros de la Marina del Ecuador son investigados por la Fiscalía General de ese país por intentar comercializar cocaína que había sido incautada en Galápagos. Los procesados transportaban la droga en una lancha guardacostas. El titular de la Dirección Regional Insular de la Armada alertó sobre el hecho.
La Policía Nacional junto con otros miembros de la Armada inspeccionaron la embarcación cuando arribó a la isla de San Cristóbal, en el archipiélago de Galápagos. En la lancha, la droga estaba en la bodega de maniobras. Todos los tripulantes fueron detenidos.
La cocaína que intentaban comercializar los marinos fue decomisada en otro operativo el pasado 11 de agosto. En esa ocasión, los miembros de la Armada decomisaron 28 bultos con más de 500 paquetes de droga a 200 millas al sur de las Galápagos. Se presume que el destino de esa cocaína era Centroamérica.
En un grupo de prensa, desde la Armada se informó que “uno de los dos tripulantes presuntos autores fue dado de baja por el mismo tema: tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización, pero un juez, luego de tres años de prisión y fuera obviamente de la Armada, ordenó su reincorporación. La Armada ya se deshizo de este mal elemento y la justicia lo devolvió al servicio, con consecuencias desastrosas a la imagen institucional como es este caso”.
El portal Código Vidrio informó que no es la primera vez que los miembros de la Marina ecuatoriana “ocultan cocaína incautada en operativos antinarcóticos en altamar, para luego comercializar con narcotraficantes en Galápagos, según sospechan fuentes Antidrogas”. Según recoge el medio de investigación, luego del decomiso del 11 de agosto, los agentes antinarcóticos conocieron que algunos marinos que participaron de la operación “se habían quedado con uno de los sacos con los ladrillos de cocaína”. Se cree que los marinos sustrajeron entre 4 y 20 kilos de cocaína, de acuerdo a lo publicado por el medio ecuatoriano especializado en seguridad.
Algunos miembros de las Fuerzas Armadas también son reclutados por el narcotráfico. Una fuente reservada que habló con Código Vidrio aseguró que no se puede descartar que los marinos que ahora son investigados por el tráfico de droga pueden haber sido empleados por el crimen organizado hace años, y no se puede descartar la posibilidad de que también se infiltren en barcos de la Armada como en otras compañías.
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