Un turista estadounidense fue hallado muerto en el mismo complejo turístico en el que murieron tres estadounidenses a principios de este año, según revelaron el New York Post y NBC News.
Una investigación preliminar indicó que el hombre, que aparenta haber tenido más de 70 años, experimentaba problemas relacionados con el COVID-19 antes de perder la vida, dijo un portavoz de la Real Fuerza Policial de las Bahamas a NBC News.
Por el momento no se ha determinado la causa oficial de la muerte, pero la policía no investiga un caso de asesinato.
“Se espera que el cuerpo del fallecido sea trasladado en avión a Nueva Providencia, donde se le practicará una autopsia para determinar la causa exacta de la muerte”, destacó la policía en un comunicado.
El turista se hospedaba en el Sandals Emerald Bay Resort de las afueras del distrito de Exuma, un lujoso complejo hotelero de la isla de Gran Exuma, situada a unos 200 km al sureste de la capital, Nasáu.
El pasado mes de mayo, otros tres turistas estadounidenses murieron por intoxicación de monóxido de carbono en el mismo complejo hotelero. Las víctimas fueron identificadas como Vincent Chiarella, de 64 años, residente de Florida y una pareja de Tennessee, Michael Phillips, de 68 años, y Robbie Phillips, de 65.
La noche anterior a su muerte, los Phillips manifestaron sentirse mal y fueron atendidos en un centro médico local. A la mañana siguiente, Michael Phillips fue encontrado muerto contra una pared, mientras que su esposa Robbie Phillips fue hallada en su cama. Ambos mostraban signos de convulsión.
Minutos antes, Vincent Chiarella fue encontrado en el suelo sin signos vitales. Presentaba hinchazón en varias partes de su cuerpo. El hijo de Chiarella, Austin, dijo a ABC News en ese momento: “Mi madre se despertó y vio a mi padre estaba tirado en el suelo; no podía moverse. Sus piernas y brazos estaban hinchados”.
“Ahora mismo tengo el corazón roto”, añadió Austin. “Mi padre lo era todo para mí”.
Tras el incidente, Sandals Resort anunció que instalaría detectores de monóxido de carbono en todas las habitaciones del complejo hotelero.
“Garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros huéspedes y miembros del equipo es y será siempre primordial. Es por esta razón que hemos tomado medidas adicionales como la contratación de expertos en seguridad ambiental para una revisión exhaustiva de todos los sistemas en todo el resort”, dijo la compañía en un comunicado.
(Con información de New York Post)
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