La Policía de Nicaragua prohibió una procesión católica planificada para el sábado, en un momento crítico de las relaciones entre el régimen de Daniel Ortega y los obispos.
La Iglesia dijo el viernes en un comunicado que la Policía Nacional no permitió el evento, en ocasión del congreso Mariano y el final de la peregrinación de la imagen de nuestra Señora de Fátima, por “por motivos de seguridad interna”.
El obispo Rolando Álvarez, crítico de Ortega, es objeto de una investigación policial por el supuesto delito de conspiración y se mantiene desde hace dos semanas cercado por tropas policiales en el Palacio Episcopal de la diócesis que dirige en el norte del país.
La Iglesia llamó a sus feligreses a concentrarse en la Catedral de Managua, máximo templo católico del país centroamericano, para rezar por la institución y por el país.
“La Arquidiócesis de Managua dando testimonio de tolerancia y espíritu de paz, en las circunstancias que vive actualmente nuestra patria, hace saber a nuestros sacerdotes y los fieles católicos, que la Policía Nacional nos ha comunicado que por motivo de seguridad interna no se permite el desarrollo de la procesión programada para las 07.00 horas del 13 de agosto”, explicó esa diócesis que dirige el cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, en una declaración.
Por tanto, la Arquidiócesis de Managua invitó a todos los fieles católicos a ofrecer hoy una jornada de ayuno y oración “por la conversión de todos”, y asistir mañana “directamente a Catedral de Managua, llegando a pie o en sus vehículos particulares, haciéndolo de forma pacífica para rezar por la Iglesia y Nicaragua”.
Desde 2018 cuando iniciaron las protestas contra el régimen de Ortega y la Iglesia sirvió como mediadora, las relaciones entre las partes se han agrietado. Un obispo está en el exilio junto a varios sacerdotes y otros están encerrados en seminarios y parroquias.
El régimen señaló a varios sacerdotes y obispos de conspirar y la Iglesia pidió justicia para más de 360 personas que murieron durante las protestas, la mayoría opositores a manos de civiles armados leales a Ortega, según organismos de derechos humanos.
En las últimas semanas el régimen, a través del órgano rector de las telecomunicaciones, sacó del aire a siete emisoras católicas. Antes había hecho lo mismo con el canal católico, además de expulsar del país a varios religiosas que tenían obras de caridad en el país centroamericano.
La procesión
La procesión convocada para mañana con la imagen de la virgen de Fátima saldría del colegio Cristo Rey hasta el atrio de la Catedral de Managua, en un recorrido de unos dos kilómetros.
Una réplica de la imagen de la virgen de Fátima, traída desde su Santuario en Portugal, llegó a Nicaragua en enero de 2020 como parte de una intensa jornada de oración por la paz y la unidad en este país centroamericano.
La réplica portuguesa de la virgen de Fátima, que peregrinaría por Nicaragua durante 18 meses para conmemorar el Año Jubilar Mariano, desde el 25 de enero al 25 de julio de 2021, ha permanecido en el país, sin embargo, por 30 meses.
Es la tercera vez que una imagen portuguesa de la virgen de Fátima visita Nicaragua en 74 años, y la segunda en un viaje directo desde su lugar de origen en Portugal.
La réplica de la virgen de Fátima llegó a Nicaragua en medio de una crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018, de la que el Ejecutivo de Daniel Ortega ha responsabilizado, entre otros, a los obispos locales.
La comunidad católica representa un 58,5% de los 6,5 millones de habitantes de Nicaragua, según el último censo nacional.
(Con información de Reuters y EFE)
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