La defensora de derechos humanos Bianca Jagger imploró el martes al papa Francisco que “no abandone” a la Iglesia católica de Nicaragua, en especial al obispo retenido desde hace seis días por el régimen de Daniel Ortega acusado de incitar a la violencia.
“Le ruego, le suplico, al Santo Padre que se pronuncie (..) que no abandone a sus obispos y a sus sacerdotes, en particular a monseñor Rolando Álvarez, cuya vida corre peligro”, dijo Jagger una nicaragüense residente en Londres, en declaraciones a la AFP.
Álvarez, que dirige la Diócesis de Matagalpa, norte de Nicaragua, está impedido desde el 4 de agosto por las fuerzas de seguridad de salir de la casa curial donde vive y trabaja junto a otras 11 personas.
El obispo, crítico de Ortega y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, dijo el sábado que la acusación policial de incitar al odio lo dejó confinado en régimen de “casa por cárcel”. Fue la última vez que habló, en una misa transmitida por Facebook.
El confinamiento se produjo luego de que Álvarez, de 55 años, denunciara la semana pasada el cierre por parte de las autoridades de cinco emisoras católicas y el “hostigamiento” de la policía en su diócesis.
Es importante que el Papa “denuncie lo que está ocurriendo, que no se olvide de su iglesia (..) de sus feligreses que son víctimas de la persecución del gobierno de Daniel Ortega”, afirmó Jagger, presidenta de la fundación de defensa de los derechos humanos que lleva su nombre.
Los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) se solidarizaron con Álvarez. Pero el Vaticano ha guardado silencio y el papa Francisco se abstuvo de mencionar el tema en su homilía del domingo.
Jagger, otrora defensora de la revolución sandinista pero que actualmente considera a Ortega un “dictador”, subrayó que la situación es “muy grave”.
A Álvarez “lo tienen encerrado con policías y antimotines, que no le permiten salir, no le permiten que nadie entre para llevarle alimentos, bebidas, agua y medicamentos”, dijo, y agregó que además uno de los curas en la casa curial está enfermo.
Jagger dijo que teme que Álvarez sea obligado a exiliarse, como ocurrió en 2019 con el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, crítico de Ortega.
Las relaciones entre la Iglesia católica y el gobierno de Nicaragua son tensas desde las protestas opositoras de 2018.
Ortega, en el poder desde 2007, acusó a la Iglesia de permitir que los manifestantes usaran los templos como “cuarteles”.
El mandatario atribuyó las protestas a un fallido golpe de Estado promovido por Washington, en el cual, dijo, los obispos fueron cómplices.
(Con información de AFP)
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