El Gobierno boliviano anunció el miércoles que se realizará una cumbre por la tierra a fin de mes para que se puedan recoger las demandas del sector y convocó a un diálogo a los campesinos que marcharon 29 días exigiendo títulos agrarios y que hacen una vigilia en La Paz.
Sin embargo, la medida del Ejecutivo de Luis Arce no calmó las aguas, sino todo lo contrario. Este jueves, cuatro personas resultaron heridas por enfrentamientos entre indígenas y campesinos del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
Los incidentes se produjeron a raíz de choques entre campesinos que desde el lunes bloqueaban la carretera que une Santa Cruz con Trinidad en demanda de la titulación de tierras e indígenas de Guarayos que rechazan esa iniciativa.
De acuerdo a lo que informó el periódico El Deber, citando a periodistas de Somos Noticias Tv Digital, los bandos se enfrentaron durante 20 minutos con petardos, piedras, palos y botellas. El Ministerio de Gobierno informó de cuatro heridos, “ninguno de gravedad”.
Siguiendo al mismo diario, el miércoles, la Central de Organizaciones de los Pueblos Nativos Guaraya (Copnag) convocó de emergencia a los siete pueblos de la Nación Guaraya al desbloqueo de carreteras y rechazó el pliego petitorio de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos del Departamento de Santa Cruz (“La Única”), cuyos dirigentes están en La Paz en busca de acuerdos con el Gobierno.
Esto fue luego de que el viceministro de Tierras del país, Ramiro Guerrero, anunciara en una conferencia de prensa que a fin de mes se realizará una cumbre por la tierra en la oriental Santa Cruz, sin dar más detalles del evento. “Consideramos que esos son los espacios, los escenarios donde debemos debatir, donde debemos recoger las demandas”, expresó el funcionario.
Además, leyó una carta que envió a la Federación de Campesinos de Santa Cruz para que se reúnan con Guerrero para atender sus demandas.
Cientos de campesinos de Santa Cruz llegaron el lunes hasta La Paz luego de marchar 29 días, desde la localidad oriental de Pailón exigiendo una reunión con el presidente de Bolivia, Luis Arce, para hacerle conocer sus demandas.
Entre sus peticiones está una nueva ley agraria y que se les otorgue la titulación agraria de sus tierras sin “burocracia” que es lo que les impide esta documentación, la anulación de concesiones forestales que, a su juicio, beneficia a varios empresarios.
Guerrero recalcó que Arce estuvo reunido con el bloque de oriente en Santa Cruz el martes, mientras que varios de los campesinos estaban realizando la vigilia en La Paz.
Los campesinos partieron el pasado 5 de julio desde la población cruceña de Pailón para emprender una extensa caminata de unos 900 kilómetros hacia el oeste del país en procura de conseguir una audiencia con el mandatario boliviano.
Esta movilización muestra la tensión que existe en la región de Santa Cruz, la mayor de Bolivia y considerada el motor económico del país, en la que en el último tiempo se han producido varias disputas violentas por la tenencia de parcelas agrícolas.
El año pasado se produjo también otra marcha de los pueblos indígenas de tierras bajas que recorrió 500 kilómetros desde la ciudad de Trinidad hasta Santa Cruz que duró 37 días que, en un sentido contrario a la de ahora, pidió el respeto de sus territorios ante el avasallamiento de comunidades campesinas afines al Gobierno.
Estos indígenas, que fueron calificados como opositores al Gobierno, pidieron una reunión con Arce y sus principales colaboradores para plantear sus problemas la que finalmente no se dio, por lo que tuvieron que regresar a sus comunidades.
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