El movimiento indígena del Ecuador, que desde hace 21 días ha asistido a las mesas de diálogo con el gobierno nacional, está inconforme con los resultados de esas negociaciones pues los resultados serían escasos.
El 31 de junio, luego de 18 días de protestas, la dirigencia indígena, encabezada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), por intermediación de la Iglesia firmó un acta que puso fin a las paralizaciones y que incluía que se realizarían mesas de diálogo con el gobierno, durante 90 días, para llegar a acuerdos y resolver algunos puntos críticos. El pasado 13 de junio, la Conaie inició manifestaciones en contra del gobierno de Guillermo Lasso al que presentó una agenda con 10 exigencias.
Actualmente hay dos mesas que se han instalado pero que no han llegado a acuerdo. La primera sobre el control de precios y la segunda sobre la focalización del subsidio de los combustibles fósiles.
Sobre los precios, la Conaie pidió al gobierno que existan precios justos para los productos campesinos, que haya subsidios agrícolas y que no se firmen tratados de libre comercio que afecten la producción nacional. Sobre esta exigencia, durante los días del paro nacional, Guillermo Lasso anunció que el gobierno subsidiará en un 50 % el valor de la urea, un fertilizante popular y que facilitará el otorgamiento del crédito agrícola hasta USD 5.000 al 1% de interés y a 30 años plazo.
El precio de los combustibles también disminuyó luego de las protestas. Actualmente, la gasolina extra y ecopaís se comercializan a USD 2.45 a USD 2.40 y el diésel de USD 1.80 a USD 1.75. La reducción fue de un total de USD 0.15 centavos por galón. Ahora, la mesa de diálogo entre el gobierno y el movimiento indígena busca la manera de otorgar subsidios focalizados.
Leonidas Iza, presidente de la Conaie y líder de la medida de hecho, se mostró preocupado porque “no se está avanzando” en los acuerdos con el gobierno y señaló que este miércoles, 3 de agosto, se evaluará lo sucedido durante estos 21 días de negociaciones: “Hemos hecho una valoración de estas tres semanas de reuniones. El 13 de agosto se cumple el primer mes y hay una preocupación en que no se está avanzando. Hemos manifestado esto y mañana (miércoles) se hará una evaluación integral de las mesas. Hay respuestas parciales en la mesa dos de banca pública, por ejemplo. Pero si vamos a ese ritmo no vamos a cumplir las propuestas en los siguientes tres meses”, dijo el líder indígena el último martes.
Por su parte, Margarita Arotingo, dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), aseguró que “no se está dando cumplimiento” a las propuestas que han planteado al gobierno. Arotingo se refirió al precio de los combustibles: “En el tema de la focalización de subsidios a los combustibles ya vamos un mes, pero no tenemos una respuesta contundente. Mientras no tengamos respuestas favorables, no vamos a estar de acuerdo y vamos a seguir planteando si nos van a dar respuesta o no”, indicó.
En cuanto al control de precios, los representantes indígenas han identificado 359 productos de primera necesidad y piden que en 44 de ellos se controle y se fijen precios referenciales, pero según la dirigencia no se ha cumplido este pedido pues Guillermo Lasso aún no ha emitido ningún decreto ejecutivo disponiendo dicho control.
Uno de los líderes del Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine), Héctor Caillagua, dijo que el gobierno presentó una contrapropuesta sobre el control de precios. Esto, dijo Caillagua, deberá analizarse con las bases de sus movimientos, pero aseguró que con el gobierno “hemos debatido, pero no están en capacidad de dar una respuesta”.
El gobierno ha resaltado la imposibilidad de fijar precios en los productos industrializados. El ministro de la Producción, Julio José Prado, explicó que hay una “línea roja en los productos industrializados”. Para Prado, cualquier fijación en estos productos podría tener efectos inesperados en materia económica: “No se puede hacer una fijación de precios en productos industrializados”, dijo el ministro y explicó que una decisión de este tipo sería antitécnica porque implicaría establecer precios altos frente a los precios históricos.
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