El innovador proyecto para preservar la memoria de la dictadura uruguaya en blockchain

Un equipo de periodistas, desarrolladores y expertos uruguayos en la web3 están creando herramientas para resguardar información a bajo costo y protegerla de la censura

Guardar
El proyecto es financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANNI) uruguaya y respaldado por Solana Foundation, creadores de la tercera cadena de bloques más utilizada a nivel mundial
El proyecto es financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANNI) uruguaya y respaldado por Solana Foundation, creadores de la tercera cadena de bloques más utilizada a nivel mundial

Futuria es un laboratorio uruguayo de innovación en medios que aparece en la escena para intentar solucionar problemas que ya existen. Como equipo creen en la necesidad de una internet más democrática y descentralizada y eligen intentar construir soluciones sobre cadenas de bloques (blockchain). No están seguros de que esta tecnología sea la solución a todos los problemas, pero apuestan a explorar las posibilidades que genera la web3.

Por algún lado tenían que empezar, así que eligieron incursionar en el uso del almacenamiento descentralizado de datos en cadenas de bloques ¿Qué significa? Que una vez subidos los archivos no pueden ser bajados ni alterados debido a que, en vez de estar en los servidores de una empresa puntual, están verificados por todos los nodos que forman parte de una cadena de bloques.

Con esta tecnología se puede avanzar en el combate contra la censura, un problema real que algunos medios latinoamericanos sufren actualmente.

El primer proyecto es una colaboración con Sitios de Memoria, un colectivo y página web que se dedica a recopilar y conectar información del período autoritario previo y durante la última dictadura uruguaya (desde 1968 al 1973 y desde el 1973 al 1975 respectivamente).

Desde 2021 la información se encuentra digitalizada y subida a una página web; con Futuria esa información estará guardada, además de en la web —a través de un proveedor centralizado—, en tecnología de bloques de manera descentralizada.

El inicio de un sinfín de oportunidades

Futuria es un spin off de La Diaria, un medio uruguayo que funciona en una dinámica de cooperativa. “Desde el comienzo apostamos por desarrollar tecnología de código abierto (open source) que posibilitó llegar hasta donde llegamos”, dijo a Infobae su fundador, Damián Osta.

En 2019 recibieron financiamiento de la Google News Iniciative para crear Utopía, una tecnología que reúne los desarrollos creados por el medio y apunta a que otras organizaciones puedan utilizar esa tecnología de código abierto, al mismo tiempo que la van mejorando en comunidad.

“Los medios de comunicación más pequeños no podemos correr por separado la carrera tecnológica que se necesita correr para sobrevivir. La idea es crear una comunidad de medios que pueda utilizar distintas herramientas, mejorarlas y liberar el código”, dijo Osta.

Utopía avanzó y recibió financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANNI) para desarrollar la segunda fase y en ese marco es que se agrega un módulo que incorpora la tecnología de cadenas de bloques: se llama Futuria y la apuesta es a nivel regional.

Desde el laboratorio piensan que la web3 propone una conversación en la que todo todo medio de comunicación con una visión democratizadora debería participar
Desde el laboratorio piensan que la web3 propone una conversación en la que todo todo medio de comunicación con una visión democratizadora debería participar

¿Cadena de bloques? ¿Web3?

Una cadena de bloques se asemeja a un libro contable, con la diferencia de que ninguna persona la controla. Una vez que se programa de cierta manera para realizar determinada función, todos los usuarios están en igualdad de condiciones, ninguno puede modificarla y esa transacción se verifica varias veces en distintos nodos, ofreciendo un sistema descentralizado y más seguro.

Las criptomonedas, por ejemplo, están construidas sobre cadenas de bloques, pero son solo una de las tantas oportunidades que ofrece esta tecnología. También se puede utilizar para guardar información, como ocurre en en esta primera implementación de Futuria.

Web3 es, de una manera simplificada, el “nuevo internet” construido sobre cadenas de bloques y todas las oportunidades que esto supone.

“No idealizamos la tecnología de bloques y tampoco la demonizamos. Creemos que hay una web3 que está en proceso de creación —y no necesariamente va a ser mejor que la web2 (la que conocemos hasta ahora)—, pero que trae una conversación en la que los medios de comunicación con una visión democratizadora tenemos que estar”, afirmó Osta.

“La web3 es bastante más que un montón de nenes de mamá jugando a ser millonarios” piensa y por eso es que busca, además de descentralizar el financiamiento, descentralizar el almacenamiento, que actualmente está en unas pocas empresas.

Con esa idea en la cabeza, el equipo comenzó dos vínculos: uno con Protocol Labs y otro con Sitios de Memoria. Además, cuentan con el apoyo de Solana Foundation (fundadores de Solana, la tercera cadena de bloque más usada en el mundo).

Futuria e IPFS

En general las organizaciones o empresas utilizan un sitio web para publicar información que es hosteado por un servicio ofrecido, habitualmente, por empresas como Google y Amazon. El hosting es un servicio que ofrecen ciertas empresas para guardar en servidores físicos lo que está en publicado en las páginas web. Sin embargo, ese sistema tiene la desventaja de que la información queda con cierta vulnerabilidad, ya que está centralizada en un lugar físico que, además, no pertenece a la empresa dueña de la web.

Otra opción es tener servidores propios. No obstante, es algo muy complejo, caro y fuera del alcance de la gran mayoría de medios. Por lo tanto, contratar servicios de hosting es la opción utilizada en la mayoría de los casos.

Futuria busca proponer una nueva alternativa y para eso trabaja con InterPlanetary File System (IPFS), un proyecto de Protocol Labs que busca crear una red de computadoras que guarde información de manera descentralizada, así siendo cada vez más resistente a la censura.

“No solo es complicado que lo bajen, sino que es imposible porque tendrían que atacar los cientos de miles de computadoras que hay en la red alrededor de todo el mundo. Además, uno como creador de un archivo, tampoco pueda bajar un archivo una vez subido”, dijo a Infobae Pedro Copelmayer, coordinador de Futuria.

“Queremos usar esta tecnología en medios para asegurar que el contenido periodístico siempre esté disponible y no sea censurable”, explica.

Sitios de Memoria: una primera implementación

Sitios de Memoria comenzó en 2019 siendo un proyecto de georreferenciación de lugares por donde pasaron presos detenidos por motivos políticos durante la última dictadura uruguaya. Había información dispersa en distintos tipos de documentos, incluyendo fuentes académicas difíciles de leer.

Empezamos creando una ficha con información de cada uno de los lugares y luego fuimos agregando otro tipo de datos, como las personas que pasaron por esos lugares y los asesinatos por motivos políticos. Luego vinculamos esas personas y los lugares por donde habían pasado”, dijo a Infobae Rodrigo Barbano, uno de los coordinadores de Sitios de Memoria.

A medida que había contenido nuevo, este era enlazado con el resto. Agregaron todas las causas en curso y cerradas de lesa humanidad, luego las sentencias y represores condenados.

En 2021 empezaron a recopilar y digitalizar boletines, volantes y afiches producidos por los trabajadores y las organizaciones políticas en aquel contexto y que habían sido preservados hasta el día de hoy. Cuando surgió la posibilidad de, además ,respaldarlos en una red de cadena de bloques, no dudaron en decir que sí.

“Nos pareció que ideológicamente cierra muy bien y de alguna manera es una forma de seguir colaborando con algo que distintas personas comprometidas con la memoria histórica vienen colaborando”, agregó Barbano.

En esta primera etapa no se respaldó toda la documentación recopilada por Sitios de Memoria, pero esa es la intención a futuro.
En esta primera etapa no se respaldó toda la documentación recopilada por Sitios de Memoria, pero esa es la intención a futuro.

En esta primera etapa no se incluyeron las fichas, sino 700 boletines, volantes y afiches; 1250 ejemplares de prensa y 200 libros recopilados en un año y digitalizados en un escaner A3. Hasta ahora esa documentación es almacenada en un servidor y en las computadoras de los colaboradores; con Futuria estará guardado en una cadena de bloques de manera descentralizada. Según Barbano, “uno piensa a veces que desde que llego la era digital las cosas no se van a perder, pero en realidad terminan siendo casi tan efímeras como siempre”.

Sitios de Memoria es un proyecto voluntario cuyos únicos gastos son el servidor y el dominio. “No pretendemos tener ninguna renta de ningún organismo público. Nos beneficiamos de cierta independencia que a veces los financiamientos pueden llegar a condicionar”, mencionó Barbano.

Hasta ahora el trabajo es hecho en contacto con distintos tipos de organizaciones que colaboran prestando documentos. Sin embargo, hay muchas más que pueden tener información pero, por el poco capital humano de Sitios de Memoria, “resulta imposible ir puerta a puerta”.

Si bien hay proyectos de recopilación documental sobre períodos dictatoriales, según Barbano ninguno tiene tanta variedad que esté vinculada entre sí: en general son bases de datos con distinta información.

Integrantes del proyecto

Futuria está conformado por 4 personas: Damián Osta, fundador de La Diaria; Pedro Copelmayer, columnista de economía especializado en criptomonedas; María Catalina Colmenares, ex directora de inversiones para Latinoamérica del Media Development Investment Fund y Evan Henshaw-Plath, co-fundador de Twitter. Como advisors están los argentinos Lisandro Acuña y Gonzalo Díaz de Vivar, creadores de LectO y Agustina Pérez Comenale, abogada especializada en tecnología.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar