El líder opositor nicaragüense Yubrank Suazo fue condenado este miércoles a 10 años de cárcel por la dictadura de Daniel Ortega, tras ser declarado culpable de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional” y “noticias falsas”, una decisión que rechazaron diferentes organizaciones defensoras de los derechos humanos.
“La jueza Ulisa Tapia Silva, juez Décimo Tercero Distrito Penal de Juicio, condenó a 10 años de prisión a Yubrank Suazo, por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y por noticias falsas, más 800 días multa, que equivale a 56 mil 456 córdobas (1.570 dólares)”, informó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, que lo considera inocente y lo denomina “preso político”.
Suazo se hizo conocido durante las protestas masivas contra el dictador Ortega en 2018, cuando leyó la proclama que declaró a la ciudad de Masaya (Pacífico) “territorio libre del dictador”, en referencia al dictador sandinista, quien gobierna Nicaragua desde 2007.
El líder opositor fue condenado a pesar de que “es beneficiario de medidas cautelares otorgada por la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos)”, indicó el Cenidh.
“Esta es la segunda ocasión que ha sido encarcelado siendo inocente, la primera vez ocurrió en 2018, y ambos procesos han están plagados de irregularidades y violaciones a sus derechos humanos”, denunció el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
De acuerdo con el Colectivo, el juicio contra Suazo fue celebrado en la cárcel de la Policía Nacional conocida como “El Chipote”, que ha sido denunciada como “centro de torturas” por defensores de los derechos humanos.
El Colectivo agregó que “a Yubrank lo tienen recluido e incomunicado en una cárcel de castigo en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro”.
El caso de Suazo es uno de más de 190 nicaragüenses que, según la CIDH, permanecen encarcelados como “presos políticos” en su país, entre ellos defensores de los derechos humanos, feministas, periodistas, líderes campesinos, empresarios, académicos, estudiantes, y otros.
Los encarcelamientos se dan en el contexto de la crisis sociopolítica que estalló en 2018, cuando protestas masivas contra Ortega hicieron tambalear al régimen sandinista.
Ortega logró apaciguar las manifestaciones en su contra con ataques armados que, según la CIDH, dejaron al menos 355 muertos en 2018, de los cuales el presidente ha admitido 200.
Ese mismo año miles de manifestantes fueron encarcelados por tiempos cortos. Pero otros, como Suazo, pasaron un año o más en prisión antes de ser beneficiados con una controvertida Ley de Amnistía, que no alegró a los opositores beneficiados, quienes se consideran inocentes, a la vez que exigen justicia para las víctimas mortales.
La crisis ha llevado a más de 200.000 nicaragüenses al exilio, incluyendo a la poetisa Gioconda Belli, así como activistas, médicos, periodistas, estudiantes o campesinos.
La situación de Nicaragua se agudizó en las elecciones de noviembre pasado, cuando Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron reelegidos una vez más en sus cargos, con sus rivales en la cárcel o en el exilio durante unas cuestionadas elecciones.
Los opositores que se encuentran en prisión han sido calificados en reiteradas ocasiones como aliados de Estados Unidos por Ortega, quien considera que las protestas de 2018 fueron en realidad un “golpe de Estado fallido”.
En ese grupo se encuentra Suazo, un miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia que negoció dos veces con el régimen de Ortega una salida a la crisis, sin éxito.
(Con información de EFE)
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