La policía del régimen cubano golpeo brutalmente a una mujer embarazada mientras realizaba una fila para comprar comida. El nuevo acto de violencia contra la sociedad civil cubana quedó registrado en las videos que se difundieron a través de las redes sociales.
La grabación muestra cómo la policía intervino, generando mayor violencia, en una fila de personas que esperaban para comprar comida en la localidad de Managua, en la zona sur de la provincia de La Habana.
En medio del alboroto, ocasionado por el desespero de los ciudadanos por obtener los alimentos, los oficiales de la dictadura castrista intervinieron atacando brutalmente a los presentes, entre ellos a una mujer que se encontraba embarazada y que fue arrojada al suelo por los policías.
La agresión a la mujer generó mayor indignación entre los presentes, que saintentaron defenderla confrontando a los funcionarios.
De acuerdo con las publicaciones en las redes sociales, únicos medios que utilizan los cubanos para informarse debido a la censura del régimen, los policías también lanzaron gases lacrimógenos y amenazaron con sus armas a los presentes.
En las imágenes también puede verse cómo varias personas se enfrentaron a los funcionarios para defender a la mujer afectada. Entre quienes se acercan a intervenir se encuentran una mujer, que también fue agredida por los funcionarios y un joven que es lanzado al piso y golpeado por los policías mientras se defiende.
De acuerdo con los reportes, la mujer embarazada resultó lesionada y fue trasladada hasta un centro asistencial para ser atendida. También, algunos usuarios señalaron que habría perdido al bebé.
Las filas para comprar alimentos en Cuba son una constante debido a la severa escasez de productos que existe en el país. El descontento por este tipo de situaciones, así como por las dificultades que enfrenta la ciudadanía a diario como la censura, las fallas en los servicios básicos y el internet han generado que muchas personas inicien protestas en las calles de distintas localidades de la isla.
Esta semana, una nueva jornada de protestas se registró la noche del último jueves en Cuba, tanto en el Parque Curita de La Habana como en la provincia de Pinar del Rio, luego de que los habitantes de la localidad de Los Palacios pasaran varias horas sin servicio eléctrico.
Los manifestantes tomaron las calles tocando cacerolas y gritando consignas en contra del régimen de Miguel Díaz-Canel.
En imágenes que circularon a través de las redes sociales, se pueden observar a personas en las calles oscuras reclamando por la falta de servicio. Una exigencia que se suma a la precaria calidad de vida que llevan los ciudadanos de la isla, con deficiente Internet, falta de libertades individuales, escasez de productos y servicios de todo tipo.
El régimen cubano desplegó miles de policías y agentes de civil por todo el país por temor a que se repita una revuelta como la que ocurrió el 11 de julio del año pasado. Ese día, sucedió lo que parecía imposible en una isla controlada férreamente por el aparato represivo de la dictadura: miles de cubanos salieron espontáneamente a reclamar por un costo de vida ya insostenible, además de la constante persecución política a todo aquel que disienta contra el modelo comunista implementado por los Castro desde hace más de 60 años y la carencia de libertades individuales de las personas. Comenzó de a poco. Pero, de pronto, estalló.
El reporte Un año sin justicia: patrones de violencia estatal contra manifestantes del 11J, hecho por las oenegés Cubalex y Justicia 11J, refleja que en total fueron arrestadas 1.484 personas, de las que 701, con edades comprendidas entre los 12 y 68 años, aún permanecen entre rejas.
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