El impacto del COVID-19, la invasión rusa a Ucrania, la creciente inflación a nivel mundial, el Mercosur, la relación con Argentina y las elecciones de octubre en las que Brasil elegirá entre dos modelos: el del actual mandatario, Jair Bolsonaro; y el del ex presidente, Lula da Silva. Diversos son los temas que ocupan a José Roberto Tadros, el presidente de la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC) del gigante sudamericano.
En diálogo con Infobae, el titular de la entidad abordó cada ítem y recalcó: “La noción de bloques económicos se está consolidando en el mundo y el Mercosur necesita ser fortalecido para que nuestros países también se beneficien”.
En junio pasado, la CNC lanzó la “Agenda Institucional del Sistema de Comercio”. En el acto de presentación del documento, Tadros había indicado que, desde su lugar, se buscan atender las prioridades para el desarrollo económico y social, con base en la tríada de seguridad jurídica, libre mercado y democracia.
Preguntado sobre cuáles son los objetivos, el funcionario respondió: “La Agenda Institucional del Sistema de Comercio contiene propuestas y recomendaciones para apoyar la formulación de políticas públicas que ayuden a Brasil a avanzar. Este documento es el resultado de una extensa discusión realizada por la CNC con federaciones y otras entidades de todo Brasil que componen el Sistema de Comercio”.
Y siguió: “Ya entregamos el documento al presidente Jair Bolsonaro, a la senadora Simone Tebet y, recientemente, al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva. Las propuestas y recomendaciones allí reunidas abordan ocho macrotemas: Legislación laboral; Unión; Legislación fiscal; Legislación empresarial; Regulación; Turismo; Educación; y Bienestar social. Es una acción eficaz que la CNC, como la mayor entidad representativa del comercio de bienes, servicios y turismo de Brasil, realiza con el fin de contribuir a un ambiente que estimule las inversiones, la generación de ingresos y empleos. Entendemos que esto solo será posible con seguridad jurídica, libre mercado y democracia”.
Respecto a cómo se encuentra su sector tras la pandemia, subrayó: “La economía brasileña ya superó en un 1,3% el nivel de actividad observado antes del COVID-19. Actualmente, los servicios muestran un nivel de actividad un 7% superior al observado en vísperas de la crisis sanitaria, seguidos del comercio minorista (+4%), mientras que la industria está un 1% por debajo del nivel observado en febrero de 2020. La actividad turística en mayo igualó el volumen de ingresos de ese mes, después de 27 meses”.
— Muchas empresas e industrias tuvieron que cerrar por la crisis del COVID-19. Además, hoy día, en un mundo tan globalizado, la guerra en Ucrania afecta fuertemente la economía de todos los países del mundo. ¿Qué análisis hace de este presente y qué le depara al comercio de bienes, servicios y turismo en Brasil en los próximos meses?
— La alta inflación ha sido una nota clave mundial. En promedio, los precios de los productos vendidos al por menor se reajustaron un 17% en los 12 meses terminados en abril de este año. Por su parte, los precios mayoristas aumentaron un 21% en el mismo período, revelando un grado de traspaso del 80% a los precios finales a los consumidores. Si bien la situación actual dista mucho de ser cómoda para la formación de los precios minoristas, en particular, las presiones derivadas del mayorista parecen perder fuerza en los últimos meses, ya que la inflación mayorista superó el 35% en mayo de 2021.
— Desde la Confederación están impulsando varias reformas. ¿Podría enumerar las principales y los objetivos de las mismas?
— La CNC defiende la realización de reformas como premisa para mejorar el entorno empresarial y la economía de Brasil. Ya hemos avanzado con la modernización de la legislación laboral y del sistema de seguridad social pero necesitamos continuar con este proceso. El sistema tributario brasileño es uno de los más costosos, perversos e injustos del mundo, penalizando a empresas y consumidores. Un sistema que alimenta una máquina de estados que también necesita ser redimensionada para ser más eficiente y menos gravosa para la sociedad. La CNC participa intensamente en estos debates, y nuestras recomendaciones están documentadas en la Agenda Institucional del Sistema de Comercio.
— En octubre próximo habrá elecciones en Brasil. ¿Qué expectativas tienen en el sector? ¿Cómo se imagina el futuro si es reelegido Jair Bolsonaro y cómo se lo imagina si gana Lula da Silva?
— Independientemente del candidato que gane las elecciones, lo importante es que el país mantenga un ambiente de diálogo, respeto a los principios, instituciones y contratos democráticos. La CNC es una entidad apartidista, trabajamos con la defensa de los valores y no de los partidos políticos.
— ¿Cómo ve a la Argentina, que recientemente cambió a su ministro de Economía?
— Argentina es un socio estratégico para Brasil. En mi gestión al frente de la CNC he estado muy comprometido en valorar esta alianza porque juntos solo podemos ganar. Mantenemos contacto regular con los líderes de los sectores de comercio y servicios en el país, y en otras naciones miembros del Mercosur. La noción de bloques económicos se está consolidando en el mundo y el Mercosur necesita ser fortalecido para que nuestros países también se beneficien. Somos más que vecinos, somos socios en un proceso de integración con gran potencial de beneficio mutuo. Argentina está buscando sus respuestas y espero que podamos avanzar en esta integración.
— Por último, si bien ya tocamos el tema, quiero que amplíe su análisis de la creciente inflación en los países de la región, Estados Unidos y Europa. ¿Cree que se van a estabilizar los precios o mientras que dure la guerra en Ucrania será muy difícil que eso ocurra?
— La inflación ha sido un problema a escala mundial. Varias economías desarrolladas se enfrentan a ajustes de precios muy por encima de los niveles a los que están acostumbrados. En Brasil no es diferente. Actualmente, los precios de los combustibles son la principal fuente de presión sobre la inflación. La guerra en Ucrania alimenta este proceso. Sin embargo, dado el endurecimiento monetario en varias economías, se espera que el ritmo de crecimiento sea más lento y, en consecuencia, que la inflación disminuya. En Brasil, con los impactos derivados de las rebajas de impuestos sobre estos productos ya es posible observar caídas significativas en estos precios, lo que debería contribuir a la desaceleración del nivel general de precios hasta finales de este año.
SEGUIR LEYENDO: