El diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, volvió a expresarse sobre un posible resultado desfavorable en las elecciones generales que se realizarán el próximo 2 de octubre. “No aceptaré unas elecciones amañadas. ¿Lo aceptarías?”, dijo durante una entrevista en un podcast, donde también criticó al Tribunal Superior Electoral de Brasil.
Eduardo Bolsonaro fue preguntado en más de una ocasión durante el reportaje sobre un supuesto fraude en las recientes elecciones municipales de Brasil y respondió: “No, yo no he dicho eso. Ah, no, amañado no creo que nadie lo acepte. Y no estoy diciendo que las elecciones de ahora estén amañadas. No tengo una bola de cristal. Estoy tomando precauciones para que Folha no ponga un titular y diga que voy a causar un problema en Brasil”. Y admitió: “No tengo forma de probar que (las elecciones) estaban amañadas”.
Además, el hijo del presidente Jair Bolsonaro, que busca su reelección en octubre, no rechazó un intento de golpe de Estado si el resultado es desfavorable para su padre. “No podemos trabajar con este ejercicio de futurología. El juego sigue en marcha”, advirtió.
Faltan 85 días para las elecciones, pero Brasil ya está sumergido en el clima de una campaña que el líder ultraderechista plantea como “el bien contra el mal” y Luiz Inácio Lula da Silva como “el amor contra el odio”, en un contexto altamente polarizado.
Bolsonaro aparece con una desventaja de entre 15 y 20 puntos en todos los sondeos, que dan como claro favorito a Lula. Aun así, esa amplia ventaja de Lula sobre Bolsonaro se reduce en San Pablo, hogar de 35 de los 150 millones de electores brasileños. Una encuesta divulgada el jueves por la firma Genial/Quaest prevé incluso un empate técnico entre ambos en la región más rica del país.
Por ello, los dos aspirantes están centrando buena parte de sus esfuerzos en ganarse la confianza de los paulistas.
EEUU suspendería la ayuda a Brasil si intervienen las FFAA
Por otro lado, el pasado 7 de julio congresistas estadounidenses introdujeron una enmienda en la NDAA —el presupuesto de defensa anual de EEUU— que insta al gobierno a investigar si las Fuerzas Armadas brasileñas van a interferir en las elecciones presidenciales de Brasil el próximo 2 de octubre.
“Dentro de los 30 días siguientes a la promulgación de esta ley, el Secretario de Estado deberá presentar un informe al Congreso sobre todas las acciones realizadas por las Fuerzas Armadas de Brasil en relación con las elecciones presidenciales del país, previstas para octubre de 2022″, dice la enmienda 893.
La enmienda señala que se debe investigar: interferencia en el conteo de votos, manipulación para tratar de revertir el resultado y participación en campañas de desinformación para cuestionar el sistema electoral y los resultados a través de protestas, redes sociales u otros medios de comunicación, informó Folhapress.
Si las autoridades estadounidenses encuentran algunas de las irregularidades antes mencionadas, Brasil podría quedar quedar sujeto a la Sección 7008, que prevé el fin de la asistencia de seguridad de EEUU a países en los que haya un golpe de Estado o ataques militares a la democracia. Además, el gigante sudamericano podría poner en peligro su condición como aliado extra OTAN, reconocimiento que fue obtenido en 2019 gracias a la gestión del entonces presidente Donald Trump.
De acuerdo con los sondeos demoscópicos, Lula mantiene una amplia ventaja frente al presidente Jair Bolsonaro y hasta podría ganar las elecciones en primera vuelta. La última encuesta publicada por el Instituto Datafolha le otorga al candidato progresista un 47% de las intenciones de voto, frente al 28% que obtendría el capitán de la reserva del Ejército.
(Con información de EuropaPress)
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