La Armada Nacional uruguaya ordenó cortar el suministro de luz, agua y gas al Club Naval y otros privados tras detectar que durante varios años se les pagó las facturas a pesar de que son instituciones privadas. En el caso del Club Naval, se detectó que la Armada es quien se encarga de pagar el servicio de agua al menos desde la década del 70. En el último año las facturas de servicios alcanzan los USD 70.000.
Esto acrecentó una disputa entre jerarcas de la Marina que resultó en un arresto a rigor y un pedido de acceso a la información pública por parte del Ministerio de Defensa a la Armada, al Ejército y a la Fuerza Aérea. Con estos datos, el ministro Javier García ordenó cortar ese beneficio que estaban recibiendo las instituciones.
El corte
El viernes 24 de junio el contralmirante Otto Gossweiler ordenó cortar el suministro de luz, agua y gas al Club Naval y otros privados tras detectar que durante varios años se les pagó las facturas a pesar de que son instituciones privadas. Él es el director de Materia Naval en la Armada.
En principio no se anunció la decisión; fue recién cuando el Club Naval envió un comunicado a sus socios informando que “por un problema en el suministro del agua las instalaciones permanecerán cerradas hasta nuevo aviso”.
Varios socios activaron mecanismos formales para conocer los motivos del cierre y desde Obras Sanitarias del Estado (OSE) confirmaron que el corte se produjo tras un pedido de la Armada, el titular del servicio.
Desde la Armada comunicaron que la decisión no fue de la institución, sino de Gossweiler. Por ese motivo y al considerar que no respetó la verticalidad de mando ni informar a tiempo a sus superiores, fue sancionado con tres días de arresto a rigor en su domicilio, informó El Observador.
Meses atrás Gossweiler había sido sancionado con 15 días de arresto a vigor por alterar “el procedimiento habitual de entrega de documentos a mesa de entrada del Comando General de la Armada, no haciendo firmar el libro de correo correspondiente y sí una copia, la cual fue fotografiada y subida a la red social WhatsApp”.
Los documentos
La información brindada por la Armada al Ministerio de Defensa a través de un pedido de acceso a la información indica que se le brinda “apoyo initerrumpido” al Club Naval desde 1928, aunque no se menciona qué tipo de apoyo. Lo que sí se afirma es que desde la década del 70 es la Armada quien paga el servicio de agua y durante el último año las facturas superan los USD 70.000.
Además, parte de estos desvíos de fondos era destinado al pago de personal subalterno de la Armada que trabaja en el Club Naval, como también en el Club de Suboficiales y en la Liga Marítima: en total son 22 integrantes que realizaban tareas de mantenimiento y administrativas. A pesar de trabajar en instituciones privadas, sus sueldos son cubiertos por el Estado.
En este contexto, el ministro García dispuso el cese del pago de servicios a “instituciones ajenas” a la Armada y el reintegro a la fuerza del personal subalterno trabajando en ellas. Además, se analizan otros posibles vínculos existentes entre ambas instituciones.
Mientras tanto, García espera recibir la misma documentación proveniente del Ejército Nacional y de la Fuerza Aérea para constatar cuáles son sus respectivos vínculos con instituciones privadas.
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