Un andinista canadiense murió por una avalancha en un volcán de Ecuador

Ocurrió en el Chimborazo, el volcán más alto del país

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El volcán Chimborazo es el
El volcán Chimborazo es el coloso más alto de Ecuador.

Un andinista canadiense de 25 años murió y otra persona quedó herida tras una avalancha en el volcán Chimborazo en Ecuador, así lo confirmó el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencia. Hasta el momento, los motivos que provocaron el fenómeno en el nevado son desconocidos.

El Chimborazo es el volcán y la montaña más alta del Ecuador y de los Andes del Norte. Su cumbre es el punto más alejado del centro del planeta. Su elevación supera los 6.200 metros sobre el nivel del mar y está ubicado a 150 kilómetros al sur de Quito. Por estas características, alcanzar la cumbre del volcán se ha convertido en uno de los retos preferidos por los andinistas.

La avalancha que le provocó la muerte al joven canadiense sucedió a unos 5.400 metros mientras los turistas descendían de la montaña. Orlando Vallejo, jefe del Cuerpo de Bomberos de Riobamba, informó a los medios locales sobre la tragedia. Aunque el personal del Cuerpo de Bomberos de Riobamba, del Grupo de Operaciones Especiales y de la Asociación Ecuatoriana de Guías de Montañas llegaron al lugar para evaluar la situación, aún no se conoce si hay otras víctimas.

Los ecuatorianos en medio de los volcanes

El Ecuador está ubicado en la zona de convergencia de las placas Nazca y Sudamérica. Esta localización provocó que el país tenga una cadena volcánica activa y que sea parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona del Océano Pacífico conocida por su intensa actividad sísmica y volcánica

El volcán Chimborazo es el más alto del país, pero no el más peligroso. Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador, el Chimborazo es un volcán compuesto por tres edificios volcánicos, como se entiende a la acumulación de restos sólidos expulsados durante una erupción. De acuerdo con los investigadores del Instituto Geofísico, el edificio Basal, “habría estado activo entre 120 y 60 mil años antes del presente”.

Los volcanes Cotopaxi y Tungurahua ocupan los puestos 6 y 7 de la lista de los 10 volcanes más peligrosos de América Latina. Ambos volcanes están separados de forma perpendicular por apenas 83 kilómetros, pero para trasladarse por vía terrestre entre uno y otro hay 193 kilómetros de distancia. En una erupción de alguno de ambos colosos, hay zonas de alto impacto definidas por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencia, estas se ubican en las provincias de Tungurahua, Cotopaxi y Chimborazo, en la sierra central del Ecuador.

El Cotopaxi no solo es uno de los volcanes más peligrosos del Ecuador, sino del mundo. El Instituto Geofísico explica que se lo ha calificado así por la frecuencia de sus erupciones y por el estilo de estas. Otras características como su relieve, su cobertura glaciar y la cantidad de personas expuestas a sus amenazas.

De los 97 volcanes del país, por lo menos 25 han registrado erupciones muy grandes durante los últimos 10.000 años. Otros ocho volcanes han tenido erupciones recurrentes posteriores a la conquista española, según los datos del Servicio Nacional de Riesgos y Emergencias, aunque esas cifras no incluyen a los volcanes de las islas Galápagos, considerado uno de las zonas volcánicas más activas del mundo.

Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, en Ecuador hay 27 volcanes potencialmente activos incluidos los volcanes de las islas Galápagos. De esos siete son volcanes que están en el Ecuador continental: Cayambe, Reventador, Guagua Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Sangay y Potrerillos-Chacana. Los otros siete son volcanes de las Galápagos: Marchena, Cerro Azul, Fernandina, Santo Tomás/Volcán Chico, Alcedo, Darwin y Wolf.

Aunque no se puede predecir una erupción volcánica, en Ecuador las entidades gubernamentales comprenden el riesgo de vivir en medio de volcanes. En sus Referencias Básicas para la Gestión de Riesgos, la institución encargada de las emergencias, asegura que “las erupciones volcánicas representan una enorme amenaza para el Ecuador”.

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