El canciller de Ecuador, Juan Carlos Holguín, conversó en exclusiva con Infobae luego de que el gobierno y el movimiento indígena firmaran un acta que permitió el fin de las protestas en contra de Guillermo Lasso, que azotaron al país por 18 días. Holguín que también acudió a la mesa de negociación convocada por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana se refirió a las acciones que debe realizar el gobierno central para atender las necesidades de la ruralidad del país.
En la conversación, Holguín también expresó su preocupación sobre el caso del avión iraní que aterrizó en Argentina y la influencia de Hezbollah en América Latina. Además, el Canciller reflexionó sobre la integración regional considerando el giro ideológico de los gobiernos hacia proyectos relacionados con el socialismo del siglo XXI.
-Luego de la firma de los acuerdos que pusieron fin al paro nacional, ¿cuál es el proceso que sigue para hacer de la ruralidad la prioridad nacional, como ha dicho el presidente Guillermo Lasso?
Lo más importante es que hemos recuperado la paz y una vez firmado el acta, del pasado día jueves, es momento de mirar hacia el futuro con el objetivo de superar la división entre ecuatorianos y unirnos en esta nueva etapa de reconstrucción del país. Los acuerdos que alcanzamos tienen la misión de atender las principales necesidades de miles de ecuatorianos, que están precisamente en el campo y tener la consolidación de políticas para el agro y sobre todo para la ruralidad. Creo que los problemas que tiene el mundo indígena son problemas estructurales de hace muchas décadas, pero tenemos una oportunidad importante de pasar del dicho al hecho y poder consolidar políticas públicas en beneficio de la población.
-Usted se ha referido a que, detrás de la agenda social que motivaron las manifestaciones, había otros intereses que buscaban desestabilizar al gobierno, ¿cuáles son sus impresiones luego de que el paro ha finalizado?
Quedó claro para el país y para la comunidad internacional que, detrás de la legítima protesta, también habían vientos de desestabilización democrática por parte de un grupo político que forzó las manifestaciones al punto de generar conmoción social y caos en el país, pues esa era uno de los argumentos para iniciar el proceso de destitución del presidente, pero “se quedaron con los churos hechos” alrededor de aquello. Nosotros felicitamos la institucionalidad del Ecuador. Hay que tener presente que hubo varios movimientos políticos que apostaron por la democracia y creo que con ellos hay que reconstruir el tejido político del Ecuador para llegar a acuerdos y tener la oportunidad de que, en los siguientes tres años, se puedan obtener consensos en beneficio de quienes más lo necesitan.
-¿Además de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana hubo otros mediadores que propiciaron el diálogo entre el Gobierno?, se lo pregunto porque Antonio Ricaurte, exalcalde y exconcejal de Quito, ha dicho, en una reciente entrevista, que él ha sido como “el poder detrás del poder”.
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana fue el actor más relevante dentro de un período donde participaron varios actores. Iniciamos aceptando un proceso de mediación de la ONU y de la Unión Europea para el diálogo, pero que no fue aceptado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas. Posteriormente tuvimos un proceso con varios actores de la sociedad civil que se autoconvocaron, también con el apoyo de la Unión Europea, para intentar hacer este proceso, pero tampoco llegó a buen puerto y no fue sino hasta que la Iglesia del Ecuador, a través de la Conferencia Episcopal, logró ponernos de acuerdo a las dos partes con un proceso de facilitación eficiente que permitió la firma del Acta de la paz, por supuesto hay otros actores que estuvieron involucrados, sobre todo cercanos al señor Leonidas Iza, que pusieron un equilibrio. Es importante recalcar que nuestro interlocutor para la paz fue indudablemente la Conferencia Episcopal.
-¿Dentro de esos otros actores estuvo Antonio Ricaurte?
Sí estuvo él como parte de alguna vocería que le dio el señor Iza. Todos ayudaron, hubo muchas voces que tuvieron la vocación por la paz. Todo sumó.
-En otros temas, hace un par de semanas un avión iraní aterrizó en Argentina y alrededor de este se ha tejido una serie de preocupaciones en materia internacional, ¿cuál es su percepción de la influencia de iraníes y Hezbollah en América Latina?
Sobre la situación del avión iraní que aterrizó en Argentina nosotros hemos hecho una investigación, no solamente respecto a la aeronave, sino también a la tripulación. Parte de la tripulación estuvo en el Ecuador en el pasado. No puedo dar más detalles porque hay en marcha un proceso de investigación de nuestros servicios de inteligencia, pero tenemos mucha preocupación de los avances que existen en la investigación, sobre todo relacionados a los sistemas de inteligencia de Argentina, de Paraguay, entre otros.
-Recientemente, Colombia eligió a un nuevo presidente y con esto podemos ver cómo el mapa regional se pinta de proyectos relacionados con el socialismo del siglo XXI. Este giro en las tendencias políticas en Latinoamérica, ¿cómo posicionan a Ecuador frente a otros actores internacionales, considerando la línea ideológica del gobierno actual?
Somos muy respetuosos de los procesos democráticos en América Latina, siempre que estos sean transparentes. A los pocos minutos de elegido el nuevo presidente de Colombia lo felicitamos a través de una llamada del presidente Guillermo Lasso. Hemos establecido un canal de diálogo que nos permita trabajar en los intereses de ambos países. Hemos invitado a Gustavo Petro para que, cuanto antes, visite Ecuador porque tenemos una agenda pendiente muy importante relacionada con el desarrollo productivo en frontera, temas de seguridad y defensa, además de una integración regional más sólida.
A pesar de la tendencia ideológica que tienen otros mandatarios en la región, creo que estamos en un momento interesante en términos de integración regional. Hay elementos, como la protección del Océano Pacífico, que nos unen más allá de las diferencias ideológicas u otros temas de integración comercial. Hay que encontrar el camino para tener acuerdos, a pesar de las diferencias.
En este contexto, del giro político de la región, ¿Ecuador podría convertirse en un aliado de otras potencias del mundo, como Estados Unidos o la Unión Europea, por las coincidencias ideológicas en materia de democracia?
Haber tenido 190 votos para que Ecuador sea elegido como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es un gran mensaje del posicionamiento internacional que tiene el país y de esta política de “más de Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador”, que nos permite tener relaciones con la mayor cantidad de países.
Con Estados Unidos, específicamente, venimos de una Cumbre de las Américas muy exitosa en términos de esa relación bilateral. Tenemos una hoja de ruta bilateral muy importante sobre todo en temas de seguridad, de defensa, de comercio y de migración, en la que estamos trabajando. Igualmente con la Unión Europea nos unen los principios de democracia, de Estado de derecho, de protección de derechos humanos, que son finalmente principios que consolidan las relaciones bilaterales.
Uno de los resultados que se esperaba que sucedieran durante la Cumbre de las Américas era el fin de las negociaciones con México para la firma del acuerdo comercial que permitirá que Ecuador forme parte de la Alianza del Pacífico, pero sobre la mesa hubo productos sensibles, ¿cómo avanza este proceso?
Esperamos tener una respuesta de México lo más pronto posible. Hemos estado en contacto con el canciller mexicano Marcelo Ebrard, que estaba con covid-19 hasta la semana pasada. Él estará en Corea con nuestro viceministro y nuestros presidentes tienen una conversación pendiente que se realizará en los próximos días.
¿Pero ya existe algún resultado de esas mesas de negociaciones con respecto a los productos sensibles como el camarón o el banano?
Por eso estamos a la espera de una respuesta a lo tratado en la última reunión de alto nivel que tuvimos en la Cumbre de las Américas, pero lamentablemente el canciller Ebrard dio positivo para covid-19.
¿Cuáles serán las siguientes acciones de la Cancillería del Ecuador en materia internacional?
Hay buenas noticias en relación a los proyectos de Ecuador no solamente relacionados a la transición ecológica y protección de océanos, sino también a nivel regional. Seguimos con nuestro objetivo de suscribir doce tratados de libre comercio en el tiempo que nos queda de gobierno. Hemos empezado con éxito las primeras negociaciones con Corea y seguimos a la espera de avanzar en los demás que tenemos pendientes. También estamos expectantes del proceso de transición para el puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad es una de las prioridades. También consideramos que vendrá una etapa importante para discutir temas de seguridad alimentaria en el mundo que permitan generar soluciones en nuestros países.
En temas de seguridad, uno de los pedidos de la Confederación de Nacionalidades Indígenas al gobierno es la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. El presidente Guillermo Lasso ha dicho que pedirá apoyo internacional. ¿Cuáles son los avances para conseguir esos apoyos?
Nosotros seguimos nuestro camino con Israel y al mismo tiempo con Estados Unidos. Este tema tiene una alta prioridad para el Ecuador. Luchar para vencer a esas estructuras criminales transnacionales fue parte de las conversaciones de los Jefes de Estado en Los Ángeles. En los siguientes días una primera comisión de alto nivel viajará de Ecuador a Israel para la primera consolidación de herramientas que necesitan nuestras fuerzas públicas. Al mismo tiempo con Estados Unidos seguimos trabajando en profundizar las relaciones de defensa y seguridad.
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