El gobierno ecuatoriano se volverá a sentar a la mesa de diálogo con la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que lideran una protesta indefinida desde el 13 de junio y exigen a la administración de Guillermo Lasso que cumpla con una agenda de 10 peticiones. El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, que encabeza el equipo político de la Presidencia para las negociaciones, anunció que retomarán el diálogo con la mediación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
La noticia de que el Ejecutivo volvería a las conversaciones sucedió en la jornada 16 del paro nacional. El día 14 del paro nacional, el presidente Guillermo Lasso dijo que no negociaría con Leonidas Iza, presidente de la Conaie, luego de conocer que un militar murió en un enfrentamiento con manifestantes que habrían atacado un convoy que transportaba combustible a un bloque petrolero. Tan solo el día anterior, se había celebrado una primera reunión y parecía que el conflicto que lleva paralizado al Ecuador por más de dos semanas podía solucionarse.
La noche del último miércoles, Jiménez se dirigió a la prensa y señaló la decisión gubernamental de continuar con las negociaciones, pero en este caso, el Ejecutivo planteó que la Conferencia Episcopal defina el lugar, fecha, mecanismo, temas a tratar y quiénes serán los representantes de la Presidencia y de la Conaie que participarán en la mesa. El ministro de Gobierno dijo que no limitarán la presencia de Iza: “”En manos de ellos (la Iglesia) está quiénes se sientan en esa mesa. Nosotros no hemos querido condicionar a la Conferencia Episcopal”.
Aunque Jiménez aseguró que no desean condicionar el diálogo sí recalcó que espera que no existan más actos violentos o vandalismo, pues esas acciones podrían frustrar, nuevamente, las negociaciones: “exhortamos a todas las partes en conflicto que no se den más brotes de violencia, ni durante la noche, ni en la madrugada”, dijo el ministro.
Por su parte, Leonidas Iza señaló que esperan que el diálogo traiga resultados. “El diálogo es poderoso para superar nuestras diferencias”, dijo el presidente de la Conaie, al mismo tiempo que recalcó que desde el Gobierno han cambiado de decisión constantemente. “Necesitamos concluir con este diálgo, para concretar lo que en la mesa estaba avanzando”, dijo Iza. El líder indígena pidió que no haya más pretextos desde el Ejecutivo y señaló que desde la Conaie nunca pusieron condiciones, sino que pidieron garantías.
Monseñor Luis Cabrera, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, dijo que han pedido a las partes que acudan a las negociaciones con “propuestas concretas, reales, factibles. De tal manera que no nos perdamos en conceptos o dicusiones, sino al grano”, dijo la mañana de este jueves en Radio Centro.
Se prevé que la mesa de diálogo se instale este 30 de junio desde las 09h30 (hora Ecuador) en la sede de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, en Quito.
Las peticiones de la Conaie
La Conaie plantea 10 peticiones para que la administración de Lasso cumpla y el paro finalice.
La primera se refiere a los precios de los combustibles. El movimiento indígena pide que se congelen los valores de la gasolina en USD 2,10 y el diésel en USD 1,50. Sobre esta demanda, el presidente Lasso ya planteó la reducción de USD 0.10 por galón a los combustibles fósiles y decretó que los precios de la gasolina se establezcan en USD 2,45 y del diésel en USD 1,80, pero la Conaie considera que la reducción es insuficiente. El Ejecutivo ha dicho que no puede subsidiar más los combustibles y plantea la focalización del subsidio.
Otro de los pedidos se refiere a la moratoria de las deudas por un año en la banca pública y privada y a la condonación de deudas para los pequeños y medianos productores del campo. Guillermo Lasso, sobre este punto, anunció que Banecuador, el banco público, condonará las deudas de hasta USD 3.000 e incrementó el Bono de Desarrollo Humano de USD 50 a USD 55. Sin embargo, la Conaie insiste en la moratoria, pues señalan que las personas deben recuperarse luego de la pandemia del coronavirus.
El tercer pedido se refiere a que existan precios justos para los productos campesinos, que haya subsidios agrícolas y que no se firmen tratados de libre comercio que afecten la producción nacional. Sobre esta exigencia, Guillermo Lasso anunció que el gobierno subsidiará en un 50 % el valor de la urea, un fetilizante popular y que facilitará el otorgamiento del crédito agrícola hasta USD 5.000 al 1% de interés y a 30 años plazo.
El cuarto pedido se refiere a los derechos laborales y organización de la clase trabajadora. En una carta dirigida a la Conaie, Lasso dijo que su gobierno garantizará la libertad de la sindicalización y organización de la clase trabajadora. Además se comprometió a iniciar conversaciones con gremios de trabajadores, empleadores, asambleístas y otras autoridades, para la creación de una ley que facilite la contratación y que no permita la precarización laboral.
La quinta petición pide que se deroguen los decretos ejecutivos 95 y 151 referentes a la política petrolera y minera, respectivamente. En el primer intento de diálogo, el Ejecutivo se comprometió a derogar el decreto 95 y modificar el decreto 151.
Otra de los puntos de la agenda se refiere a la Educación Intercultural Bilingüe y el respeto a 21 derechos colectivos, entre ellos la consulta previa e informada y la organización y autodeterminación de los pueblos indígenas. Guillermo Lasso, en un mensaje a la nación, aseguró que su gobierno duplicará el presupuesto a la Educación Intercultural Bilingüe, que busca promover, valorar y recuperar las diferentes culturas y lenguas de las nacionalidades y pueblos indígenas del país. El presupuesto será de más de USD 4 millones.
La Conaie también pide que no existan privatizaciones de los sectores estratégicos ni del patrimonio de los ecuatorianos. El gobierno de Lasso respondió que su administración no realizará ninguna privatización.
El octavo punto se refiere a la necesidad de que exista una política de control de precios y especulación. Lasso emitió un decreto donde dispuso a las gobernaciones del país que ejecuten operaciones a través de sus intendencias para “prevenir y erradicar comportamientos especulativos”.
La novena exigencia se refiere a la educación en todos sus niveles, para garantizar el acceso de la juventud a la educación superior y el mejoramiento de la infraestructura en escuelas, colegios y universidades; y al sistema de salud. Sobre este punto, Lasso declaró en emergencia el sistema de salud para que se realicen compras de emergencia de los medicamentos faltantes en la red de salud pública.
El último punto de la agenda de la Conaie se refiere a la seguridad, protección y generación de políticas públicas efectivas para frenar la ola de violencia, sicariato, delincuencia, narcotráfico, secuestro y crimen organizado. El presidente Lasso ha asegurado que existe un plan de seguridad que se está ejecutando y que pedirá apoyo internacional para la lucha contra el crimen organizado.
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