La Asociación Misioneras de la Caridad, fundada en Nicaragua por la Madre Teresa de Calcuta y a la que el régimen de Daniel Ortega le ordenó disolverse, cerró sus obras benéficas y sus religiosas se preparan para abandonar el país centroamericano, informaron este martes a la agencia de noticias EFE fuentes de esa congregación.
Las autoridades nicaragüenses les notificaron a las monjas de origen extranjero, que son las que administraban los centros benéficos, que deben abandonar Nicaragua y ellas se encuentran alistando sus pertenencias para hacer el viaje, dijo una religiosa, que pidió no ser identificada.
El Parlamento de Nicaragua tiene previsto debatir esta semana la prohibición de decenas de ONG, entre las cuales esta vez se encuentra la Asociación Misioneras de la Caridad, que mantiene una guardería, un hogar para niñas víctimas de abusos o abandonadas, y un asilo de ancianos, que comenzaron a cerrar desde el pasado 15 de junio.
La directiva parlamentaria, controlada por los sandinistas, decidió no presentar este martes el tema ante el pleno, a pesar de que figuraba en la orden del día.
El régimen de Nicaragua, a través del Ministerio de Gobernación, ordenó el cierre de otras 101 ONG, por supuestamente incumplir con las leyes.
FUE CREADA EN 1988 TRAS UNA VISITA DE LA MADRE TERESA
La Asociación Misioneras de la Caridad fue creada el 16 de agosto de 1988 durante el primer régimen sandinista (1979-1990), y su apertura se dio luego de una visita a Nicaragua de la Madre Teresa de Calcuta, en la que se reunió con Ortega, quien era también el presidente de entonces.
Las religiosas de la Orden Madre Teresa de Calcuta administran el Hogar Inmaculado Corazón de María en la ciudad de Granada en el que albergan a adolescentes abandonados o víctimas de abusos, a quienes les brindan ayuda psicológica y educación integral.
Junto a las clases regulares, enseñan música, teatro, costura, belleza y otros oficios para que se puedan reinsertar en la vida.
Asimismo, cuentan con un asilo de ancianos en Managua, a quienes les proveen alimentación, vestimenta y otros cuidados.
También desarrollan un proyecto en el que brindan reforzamiento escolar a estudiantes en situación de riesgo, en su mayoría hijos de mujeres trabajadoras de los mercados populares.
Además tienen una guardería en la que cuidan a decenas de niños de familias de escasos recursos, cuyos padres -principalmente madres solteras y vendedoras en los mercados, ambulantes, o por cuenta propia-, no tienen para pagar por el cuidado de sus hijos.
Esas obras benéficas las han suspendido gradualmente desde el 15 de junio pasado, aseguró la fuente.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que ha dejado centenares de muertos en protestas populares tildadas de intento de golpe de Estado por Ortega, que lleva 15 años y 5 meses consecutivos en el poder, en medio de denuncias de autoritarismo y fraude electoral.
(Con información de EFE)
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