Cómo los grupos radicales mapuches convirtieron una joya turística del sur de Chile en un “far west” donde reina el miedo

Los pocos habitantes de Quidico denuncian que ni siquiera Carabineros puede ingresar a la zona

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El balneario de Quidico, una zona tomada por la violencia de la macrozona sur de Chile. (Foto: Wikipedia)
El balneario de Quidico, una zona tomada por la violencia de la macrozona sur de Chile. (Foto: Wikipedia)

Un sector de la Patagonia de Chile se ha visto seriamente afectado por la violencia radical mapuche, pasando a ser una “joya turística” a un verdadero “far west”. Sus pobladores acusan abandono total de las autoridades y del personal de seguridad que debiera protegerlos.

Se trata de la localidad de Quidico, ubicada al norte de la comuna de Tirúa, en la región del Biobío, zona que es considerada como uno de los epicentros del conflicto mapuche chileno que se arrastra desde hace décadas en el país.

En este lugar hoy imperan los negocios tapados y la gente que no quiere hablar por temor a represalias. Los pocos que pudieron hablar, según BiobioChile, lo hicieron bajo reserva por temor a represalias. “Estamos como en Ucrania… Les da por disparar harto. Da miedo, una queda traumá. Yo le trato de poner monitos (caricaturas animadas) a mi nieto pequeño, pero me dice ‘abuela, están disparando, no mienta’”, dijo una mujer de esta localidad afectada.

Sin embargo, Quidico no siempre fue así. En el pasado, este lugar gozó de tiempos de gloria cuando era una zona muy turística. A pesar que su playa es ventosa y no apta para el baño, sí era utilizada para realizar deportes extremos por los cientos de veraneantes que llegaban al sector. Los problemas se habrían iniciado el 2008 con robo a hogares y quema de viviendas.

Según información de la Fundación de Víctimas de Terrorismo, y citada por BiobioChile, desde ese entonces “en Quidico han quemado 72 casas y 13 viviendas están usurpadas. En simple, cerca de un 10% del total de hogares de la localidad fueron víctimas de un ataque”. Por otra parte, los números que maneja la Delegación Presidencial del Biobío es que desde que asumió el presidente Gabriel Boric al poder, “a mayo de 2022, han ocurrido 38 ataques en la provincia de Arauco, nueve en Quidico. Es decir, un 23%”.

Lo anterior ha generado que Quidico quede prácticamente aislado de todo el resto del país. Según el informe periodístico, en la localidad no hay señal telefónica porque “botaron las antenas hace meses”, y que algunas actividades básicas como hacer las tareas de los niños se deben resolver viajando a la ciudad de Tirúa, ubicada a 13 kilómetros del balneario.

Ante esto, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) informó que “a diciembre de 2021, las siete comunas de la provincia de Arauco tienen una conexión promedio de internet fijo de hogar que oscila entre 30% y 60%. Tirúa -comuna de la que depende administrativamente Quidico- solo llega a un 1,7% de hogares conectados”, es decir, prácticamente no hay internet.

Carabineros y labor de las autoridades

Registro de la quema de un hotel en la localidad de Quidico.
Registro de la quema de un hotel en la localidad de Quidico.

Para quienes viven en Quidico no se puede hablar de la labor de Carabineros porque estos no entrarían al lugar, ni tampoco lo haría personal de Bomberos, según fue plasmado por BiobíoChile. De hecho, ni siquiera funcionaría el teléfono de emergencia 133 de la policía. Y eso que la zona está bajo Estado de Excepción “acotado” desde hace ya más de un mes.

En Quidico el retén de Carabineros habría sido usado como “tiro al blanco” en varias oportunidades. Por ejemplo, en mayo de este año el recinto policial fue atacado al menos en tres oportunidades en una sola semana. En uno de estos ataques, ocurrido el 13 de mayo, un grupo de desconocidos habrían disparado por 10 minutos a la comisaría, lo que concluyó con dos mujeres heridas. Esa misma jornada quemaron el Hotel Küref.

Para el gobierno, una medida para frenar todo esto es seguir extendiendo el Estado de Excepción en la macrozona sur de Chile, aunque desde Quidico están seguros que esto no funcionará.

“Aquí se vanaglorian con que bajaron los delitos. Es mentira. Si todo esto es una gran mentira. Lo peor de todo es que hay un gasto enorme de traslado de tropas que salen de los dineros de los impuestos. Se están derrochando sin tener ningún sentido. Desde que se declararon los Estados de Excepción ¿cuál ha sido la efectividad? Ninguna. Los grupos están cada vez más armados, más violentos y en más cantidad”, dijo Fernando Fuentealba, presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo.

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