El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, tildó este sábado de “absoluta irresponsabilidad” con la ciudadanía la solicitud presentada en la Asamblea Nacional (Parlamento) para su destitución, al considerar que en ella ni se cumplen ni se justifican las causales contempladas en el artículo 130 de la Constitución, invocado por los asambleístas afines al correísmo.
Así lo señaló en un documento leído por el secretario jurídico de la Presidencia, Fabián Pozo, en la sesión virtual del pleno de la Asamblea Nacional convocada para tratar la petición de los legisladores afines al expresidente Rafael Correa (2007-2017) de destituirlo por “grave crisis política y conmoción interna”, como señala el numeral 2 del mencionado artículo.
La Asamblea “tiene la obligación constitucional de probar y justificar que han ocurrido dos condiciones diferentes y simultáneas para proceder con la destitución”, dijo al considerar que “ninguna de las dos se cumple ni se ha probado”.
“Los solicitantes no han presentado ningún sustento o documento de soporte y, peor aún, una motivación jurídica que fundamente este pedido, y lo han hecho a través de una carta de cinco párrafos”, con la que los 47 asambleístas correístas “buscan desestabilizar la democracia”, dijo.
Por ello, opinó que la solicitud con la que se le ha notificado “es un acto de absoluta irresponsabilidad con el país ya que ni siquiera cumple con la obligación mínima de informar a la ciudadanía las razones detrás de la activación de un proceso tan importante para la democracia”.
Para Lasso, los solicitantes se han limitado a manifestar su disconformidad con los problemas por los que atraviesa el país y han mencionado en su petición “dos vagas y ambiguas razones”.
En su escrito, le jefe de Estado comentó que no han presentado ninguna prueba respecto a la grave crisis política y conmoción interna por el supuesto incumplimiento de promesas de campaña y se respaldó en cifras en distintas áreas para demostrar que sí las ha ejecutado.
“En su apuro, los enemigos del Ecuador han confundido las causales y las vías, obviando que el supuesto incumplimiento de promesas de campaña debe tratarse mediante los mecanismos de revocatoria de mandato y no procedimientos de destitución”, anotó.
Asimismo, reconoció que el país afronta problemas que deben ser solventados y señaló que “por demasiado tiempo el Estado se ha centrado en el desarrollo urbano” por lo que se comprometió a que su Gobierno sea el “del desarrollo rural”.
Indicó que los problemas que afronta el país: la inseguridad, el desempleo, la corrupción, la desigualdad, requieren tiempo así como un trabajo conjunto entre autoridades.
El gobernante opinó que los asambleístas correístas son quienes “buscan fabricar una crisis política por demás inexistente, inventan el caos, ellos buscan pescar en el caos, ellos son el caos”.
DEROGACIÓN DE ESTADO DE EXCEPCIÓN
Lasso derogó este sábado el estado de excepción por grave conmoción interna, decretado en 6 de las 24 provincias en el marco de las protestas lideradas por los indígenas por la carestía de la vida, que este sábado cumplen trece días.
La derogación era una de las peticiones de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), principal promotora de las movilizaciones, para dialogar.
El anuncio de la terminación del estado de excepción se dio horas después de un primer acercamiento entre el líder de la Conaie, Leonidas Iza y representantes del Ejecutivo, en un encuentro convocado por el presidente del Parlamento, Virgilio Saquicela.
Tras trece días de protestas con cortes de carreteras y varios enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, Lasso consideró que “hoy hay paz en Ecuador, las vías se reabren, los productos circulan nuevamente”.
Sin embargo, la Conaie ha puntualizado que se mantendrá en movilización pues espera que se atiendan sus diez peticiones, entre las que constan la reducción y congelación de los precios de los combustibles, y el control de precios, entre otros.
“El Gobierno ha escuchado las demandas legítimas de quienes han ejercido su derecho a protestar y juntos vamos a sanar las heridas que los enemigos del Ecuador han forzado”, apuntó.
Y señaló que “el golpismo, enemigo de Ecuador, no quiere la paz”. “Ese enemigo que hoy se ha quedado solo, que infiltró y utilizó las causas legítimas de los pueblos y nacionalidades para fines protervos, pretende volver al poder por medio del caos”, dijo.
(Con información de EFE)
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