Investigan la “muerte dudosa” de una niña de siete años en Montevideo

El caso ocurrió en la noche del viernes en el barrio Buceo, y existen varias versiones sobre lo ocurrido

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Policía y Fiscalía investigan la muerte de una niña de 7 años en su casa del barrio Buceo (Montevideo) en la noche del miércoles. “Es una escena muy compleja con algunas situaciones que tenemos que investigar”, dijo el Jefe de Policía de Montevideo Mario D’Elía, en diálogo con Telemundo. “En principio está bajo investigación si pudo haber otra persona en la vivienda”, agregó.

Según la madre de la niña fueron dos los hombres que las interceptaron a las 16 horas en la entrada de su casa y obligaron a entrar para robarle. Allí le habrían tirado un “polvo” que le hizo perder el conocimiento.

Aunque en la escena del crimen no se encontró ese “polvo”, Fiscalía espera un examen toxicológico para saber si la muerte de la niña se debe a algún tipo de intoxicación. Por otro lado, ni la autopsia de la víctima ni las pericias médicas de su madre hallaron golpes en sus cuerpos, informó el director de Convivencia Ciudadana, Santiago González, a El País.

La niña, según la madre, ya conocía a los hombres porque vivían en situación de calle cerca de su casa y solía ayudarlos con comida y abrigo. Supuestamente, llevaron a la niña a la habitación y la madre pudo escuchar que le decían “comé caramelitos, comé”. “Mi hija suele tener caramelos en la mesa de luz, ya que la foniatra le manda comer caramelos para hacer ejercicios con la boca”, contó la madre a la Policía.

En tanto, ella fue empujada a su habitación y tuvo que entregar parte de sus pertenencias, como el aguinaldo y $18.000 que tenía ahorrados. Luego de eso, la empujaron, le tiraron una cómoda arriba y le taparon “la cara con una chalina”, todo según la versión de la madre. Apenas pudo, se arrastró hasta el teléfono y llamó a la Policía, con el objetivo de que la ayudaran a buscar a su hija que no conseguía ver por la oscuridad. Finalmente, la niña estaba al costado de la cama y fue encontrada por un vecino. El asunto del polvo apareció en la primera declaración a la policía, pero no en la segunda.

La versión del vecino cuenta con algunas diferencias. Supuestamente sintió olor a humo y vio una casita de perro —que el le había regalado a la niña— prendida fuego. Además, la puerta estaba abierta y la luz apagada, entonces entró, llamó a la vecina por su nombre y consiguió oírla responder “como llorando” que dos hombres habían entrado a la casa.

Allí pudo constatar que estaba tirada en posición fetal, tapada con una manta y que no había una cómoda encima de ella, sino “tres cajones, no muy pesados”. Al costado de la cama en donde duerme la abuela se encontraba la niña boca abajo.

Pero también hay otra versión: la de uno de los hermanos de la víctima. Él —de 20 años— y la otra hermana —de 23 años— concurrieron al lugar luego de ser notificados por la Policía y declaró en jefatura que la víctima era “una niña malcriada” y que la madre “era explosiva”. Ese día el joven había ido al hospital, en donde estaba internada su abuela, para relevar a su madre que se fue con la niña.

Según dijo, la madre tiene problemas psiquiátricos y que ese “fue uno de los motivos de la separación” de sus padres y de que ellos tuvieran que vivir con él por un tiempo. Además, confesó un episodio de violencia que sufrió a los 9 años.

“En determinado momento ella me empezó a decir que se iba a morir y que me iba a preparar para eso, me comentó que tenía cáncer y comenzó a golpearme, incluso recuerdo que colocó una bolsa en mi cabeza e intentó ahorcarme con sus piernas”, declaró. Sin embargo, pudo detenerla.

Por otro lado, el joven declaro saber que su madre denunció a al padre de la víctima por violencia doméstica.

En el caso está trabajando la fiscal de Homicidios, Adriana Edelman, Policía Científica, el jefe y el subjefe de Policía de Montevideo, y el jefe de Zona Operacional II, área encargada del caso. Al menos mientras que no se tenga el examen toxicológico, el caso seguirá siendo calificado como “muerte dudosa”.

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