El jóven que disparó a su amigo en un campamento de Tacuarembó y lo asesinó declaró a Fiscalía que uno de los cuatro presentes ese día es cómplice del crimen. Al parecer, esta persona habría estado al tanto de la “broma” que terminó en desastre.
El 22 de febrero de este año, un joven de 18 años estaba con cuatro amigos acampando en la ladera de un cerro del departamento de Tacuarembó. El motivo era de festejo, porque en los próximos días algunos viajaban a la capital para comenzar sus estudios universitarios.
El consumo de alcohol venía siendo bajo y dos de los presentes decidieron ir a la casa de campo a buscar más cerveza, entre ellos el hijo del dueño del campo.
Cuando llegaron al lugar y recogieron las botellas, el dueño de casa le dijo al otro joven que se adelantara, que él lo alcanzaba. Entonces fue cuando tomó una chumbera (rifle de aire comprimido) con amortiguador de nitrógeno y, antes de llegar al lugar en donde acampaban, disparó contra dos amigos. Todos ellos aseguraron que se trató de una broma y que no había ningún problema entre los implicados.
En ese evento desafortunado una bala impactó en Facundo, que se desplomó sin poder respirar. “Como era asmático, los compañeros pensaron que era una crisis de asma y buscaron el Ventolín. Vieron que no era y uno que sabía hacer RCP le practicó y logró que volviera a respirar, pero esos segundos fueron determinantes”, aseguró la fiscal Claudia Lette a Telemundo.
Minutos después fue trasladado a un centro hospitalario en donde fue internado y se constató muerte cerebral. Un mes después falleció.
El jóven que disparó fue formalizado en abril por un delito de homicidio agravado y reiteración real de lesiones personales. En ese marco se lo procesó con 90 días de prisión domiciliaria como medida cautelar.
La Justicia investiga, entre otras cosas, si el amigo que entró con el dueño de casa a buscar las cervezas fue avisado de la ”broma” que sería realizada y, en ese caso, se convertiría en cómplice. Según declaró la fiscal Mabel Brites a El País, “los datos son certeros”, pero prefiere “no entrar en detalles de la situación”.
El lunes de esta semana se realizó una reconstrucción del caso en el lugar, con la participación de la fiscal Brites, la jueza Anabel Saravia, Policía Técnica, abogados de la víctima, agresor y presunto cómplice.
Según la abogada del fallecido, Karen Pintos, la reconstrucción “prueba que se trata de un homicidio agravado”. Además, lamentó la actitud “muy fuera de lugar” del imputado: estaba “eufórico e histriónico”. El resto de los amigos estaban “muy afectados” y “nerviosos”.
Luego de esta visita se pudo constatar que quien recibió el primer disparo fue Facundo, pero cuando él ya se encontraba en el suelo, el dueño de casa volvió a disparar a otro amigo en el brazo. “Esto fue premeditado, el muchacho sabía lo que estaba haciendo, disparó al cuerpo”, dijo Milton Cuadrado, el padre de Facundo, a El País.
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