El centro de Quito volvió a convertirse este jueves en el escenario de intensos enfrentamientos entre la Policía de Ecuador y los manifestantes que, por undécima jornada consecutiva, participan en las protestas contra el alto coste de la vida y las políticas económicas del Gobierno del presidente Guillermo Lasso.
Miles de indígenas intentaron entrar al Congreso de Ecuador este jueves pero la policía los dispersó con bombas de gas lacrimógeno. Tras haber celebrado la “recuperación” de la emblemática Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), que desde el 13 de junio estuvo ocupada por policías, un nutrido grupo avanzó hacia la Asamblea Nacional, ubicada a pocos metros. La marcha iba encabezada por mujeres.
Ante la presión, los uniformados reaccionaron con bombas de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras, mientras los manifestantes lanzaban piedras. La multitud se replegó hacia un parque vecino de la Casa de la Cultura.
La policía fue obligando a los manifestantes a recular hasta el parque El Arbolito, que ya fue el epicentro de la ola de protestas de octubre de 2019, también liderada aquella vez por el movimiento indígena contra la eliminación de los subsidios a los combustibles y que se saldó a nivel nacional con una decena de fallecidos y unos 1.500 heridos.
El líder de las manifestaciones, Leonidas Iza, se vio sorprendido mientras daba una entrevista que fue interrumpida por las fuertes detonaciones. “Eso es una mala señal realmente. Habíamos pedido a nuestras bases que simplemente podamos hacer una marcha pacífica”, declaró Iza, presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Unos 14.000 manifestantes se movilizan en varios puntos del país para exigir alivios frente al elevado costo de vida, encarecido por el alza de combustibles. Solo en Quito, unos 10.000 indígenas presionan al presidente Lasso, actualmente aislado por covid.
Casa de la Cultura, locación negociada
El ministro de Gobierno de Ecuador, Francisco Jiménez, anunció el jueves que permitirán el ingreso de los manifestantes al ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, sitio que reclamaban para concentrarse en las movilizaciones lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
El ingreso de los manifestantes a este lugar para instaurar una “asamblea popular” era una de las condiciones puestas por el presidente de la Conaie Leonidas Iza, principal promotor de las protestas, para aceptar acudir a un diálogo con el Gobierno, junto a derogar el estado de excepción y garantizar que se abordarán todas sus demandas.
“Es un triunfo de la lucha”, había celebrado Iza mientras temprano avanzaba hacia el ágora del centro cultural.
“El Ecuador quiere paz, Ecuador necesita una salida inmediata a este conflicto. Para que no haya violencia, ni tampoco excusas, el día de hoy vamos a permitir que las organizaciones sociales, lideradas por la Conaie se convoquen y reúnan en el ágora de la Casa de la Cultura”, dijo Jiménez en un mensaje grabado en video.
En una economía dolarizada, donde los combustibles son subsidiados, el incremento de la gasolina y el diésel encareció los fletes. Los indígenas alegan que están cosechando a pérdidas.
Con información de AFP y EFE
Seguir leyendo: