Estados Unidos subió el alerta y pidió a sus ciudadanos que “reconsideren” un viaje a Ecuador y evitar áreas de extrema violencia

El Departamento de Estado recomienda directamente no viajar a algunas zonas del país

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Un manifestante arroja un bote
Un manifestante arroja un bote de gas lacrimógeno disparado por personal de seguridad, en Quito, Ecuador. (Foto: REUTERS/Santiago Arcos).

El gobierno de Estados Unidos emitió un alerta naranja y pidió a sus ciudadanos que lo “reconsideren” si tienen previsto un viaje a Ecuador ante los violentos disturbiso que han ocurrido en los últimos días en las protestass contra el gobierno de Guillermo Lassa y que ya dejaron 4 muertos.

“La delincuencia es un problema generalizado en Ecuador. Son frecuentes los delitos violentos, como los asesinatos, las agresiones, los secuestros exprés y los robos a mano armada. Las organizaciones criminales transnacionales y las bandas operan en las provincias de Carchi, Sucumbíos y el norte de Esmeraldas, así como en Guayaquil, al sur de la avenida Portete de Tarquí”, describe el comunicado.

“Las manifestaciones se producen regularmente en todo el país. Las manifestaciones públicas pueden tener lugar por diversas cuestiones políticas y económicas y pueden provocar el cierre de carreteras locales y de las principales autopistas, a menudo sin previo aviso ni plazos estimados de reapertura. Los cierres de carreteras pueden reducir significativamente el acceso al transporte público y a los aeropuertos y pueden interrumpir los viajes tanto dentro de las ciudades como entre ellas”.

El comunicado, directamente recomienda no viajar a Carchi, Sucumbíos y la provincia de Esmeraldas, así como al sur de la avenida Portete de Tarqui en Guayaquil.

La policía ecuatoriana ha anunciado que el número de muertos, en la actual protesta contra el gobierno del presidente Guillermo Lasso, se ha elevado a cuatro.

En un comunicado, el órgano de la fuerza pública anunció que el más reciente deceso ocurrió en la provincia de Pastaza, ubicada en la región amazónica del Ecuador. La muerte ocurrió mientras el fallecido manipulaba un artefacto explosivo. La policía explicó que no utiliza este tipo de material en su desempeño profesional y menos para la contención de protestas.

La institución aseguró que el caso será investigado por la Fiscalía del Ecuador y que brindará todo el apoyo para esclarecer las consecuencias de estos incidentes violentos, así como ofreció sancionar a sus efectivos que hayan actuado al margen de los Derechos Humanos.

Como resultado, ya son cuatro las muertes relacionadas con las protestas hasta hoy que cumple la décima jornada de movilizaciones que buscan derrocar al presidente Guillermo Lasso, según lo afirmado por los voceros del gobierno ecuatoriano.

El Ministerio de Salud confirmó que dos personas ajenas a las protestas habrían muerto el domingo pasado debido a la obstrucción del servicio de ambulancia que movilizaba a pacientes para ser atendidos y que fueron impedidos en medio de las vías. Una de estas muertes ocurrió en la vía Esmeraldas - Quito y la otra en la ruta Limoncocha - Shushufindi, en la provincia amazónica de Sucumbíos.

La Policía informó que una persona habría muerto al caer de un barranco en la zona de Guayllabamba, a unos 30 kilómetros al norte de Quito. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que desde el 13 de junio realiza jornadas nacionales de protesta, exhorta al Gobierno a reducir los precios de los combustibles, abordar el problema del desempleo, regular el precio de los productos agrícolas y luchar en contra de la delincuencia, entre otras demandas. Algunos dirigentes de la CONAIE, incluso, han pedido directamente el derrocamiento del presidente Guillermo Lasso.

El gobierno ecuatoriano ha hecho varios llamados a dialogar, pero el movimiento indígena exige levantar las medidas de seguridad militar y policial implementadas en Quito, desmilitarizar la Asamblea Nacional y ocupar algunas universidades públicas y las instalaciones de la Casa de la Cultura como de sus extensos parques aledaños para celebrar reuniones y utilizar libremente estos espacios como lugares de abastecimiento.

En octubre de 2019 hubo protestas similares. En esa ocasión alguno manifestantes incendiaron totalmente el edificio de la Contraloría General del Estado y ocuparon por algunas horas la Asamblea Nacional del Ecuador, sede del congreso legislativo del país andino, contiguo al inmueble incinerado.

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