Las Fuerzas Armadas de Ecuador dijeron el martes que no permitirán que la protesta en rechazo a las políticas económicas del presidente Guillermo Lasso atenten contra la democracia, en medio de enfrentamientos de los manifestantes indígenas con la fuerza pública en Quito.
Miles de indígenas marcharon el lunes en la capital para exigir a Lasso respuestas a sus diez pedidos que incluyen bajar el precio de los combustibles, ampliar plazos para pagar sus deudas financieras, limitar la expansión petrolera y aumentar el presupuesto para la salud y educación intercultural.
El gobierno ha respondido a las demandas en una comunicación con los líderes indígenas y está a la espera de novedades. También aceptó ofertas de mediación de organizaciones de la sociedad civil, dijo.
Las fuerzas públicas y los manifestantes se enfrentaron en la capital la tarde del martes, y algunos participantes de las marchas arrojaron palos y se encontraron con gases lacrimógenos y proyectiles no letales.
“Las Fuerzas Armadas no permitirán que se intente romper el orden constitucional o cualquier acción contra la democracia y de las leyes de la República”, dijo el ministro de Defensa, Luis Lara, en una declaración de prensa junto a jefes militares.
“Convocamos a los ecuatorianos a la unidad nacional”, añadió, al señalar que detrás de la violencia de las protestas “está la mano del narcotráfico y la delincuencia organizada”.
El comandante de la policía, Fausto Salinas, dijo que confiscaron diésel y gasolina, así como armas blancas a algunos manifestantes. Al menos 80 personas fueron arrestadas y unos 100 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos, agregó.
La fiscalía dijo en un comunicado que su oficina principal había sido atacada, aunque no especificó por quién.
Los manifestantes en Guayaquil, donde hubo una masiva concentración el lunes, dijeron a la agencia Reuters que están siendo golpeados por los altos precios de los alimentos y otros artículos básicos.
En tanto, los residentes de la capital se despertaron para encontrar algunas carreteras cerradas y partes del sistema de transporte público suspendido.
Las carreteras hacia Quito han estado bloqueadas desde que comenzaron las protestas hace una semana y el aeropuerto de la ciudad dijo que vuelos estaban siendo cancelados.
Lasso amplió el lunes un decreto de estado de excepción, utilizado en tiempos de interrupción del orden público, a seis provincias de las tres anteriores.
“Este levantamiento es por la pobreza y la desigualdad”, dijo el presidente de la CONAIE, Leonidas Iza. “Nadie está en contra de nadie, estamos en contra de la corrupción, de la injusticia que ha provocado un deterioro en la mayoría de la sociedad ecuatoriana”.
Las protestas han impedido la producción de unos 189.000 barriles de crudo, dijo el Ministerio de Energía en un comunicado, e informó que la fuerza mayor declarada por la petrolera estatal Petroecuador se extendió a toda la industria para incluir a los operadores privados.
(Con información de Reuters)
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