El ministro de Defensa uruguayo, Javier García, reveló en el Parlamento que el avión iraní tenía la intención de quedarse en Montevideo 24 horas, algo que solicitaron antes de despegar de Buenos Aires. El plan inicial era estar solo tres horas en el aeropuerto de Carrasco.
El ministro compareció esta semana -convocado por el Frente Amplio- ante la Comisión de Defensa del Senado para fundamentar la decisión de no permitir el ingreso a espacio aéreo uruguayo del avión venezolano-iraní y su tripulación, conformada por 14 venezolanos y cinco iraníes. Según consideró García, el cambio del plan de vuelo que planteba permanecer 24 horas en Uruguay fue solicitado a través de motivos “llamativos”.
Lo más “significativo” fue que la solicitud estuvo fundamentada en “la necesidad del descanso de la tripulación”. “¿Por qué digo llamativo? Porque este avión estuvo dos días en Buenos Aires y la tripulación en un hotel, y el viaje, como ustedes saben de Buenos Aires a Montevideo es de 30 minutos”, declaró el ministro en rueda de prensa.
Este dato genera más sospechas sobre el caso, debido a que “la necesidad de descanso después de 30 minutos de vuelo” no es algo “confiable ni mucho menos aceptable”, añadió el García.
Entre los elementos que presentó para explicar las razones de la decisión estuvieron datos de la Fuerza Aérea, del vuelo y el audio de contacto entre la tripulación de la aeronave y Control de Tránsito Aéreo. Este último archivo dura 5 minutos y 41 segundos, con algunos fragmentos incomprensibles. “El Comando de Defensa Aérea uruguayo no le autoriza el ingreso al espacio aéreo uruguayo”. “Confírmeme si retorna a Ezeiza o cuáles son sus intenciones”, finaliza.
El secretario de Estado defendió la decisión “soberana”, tomada en base a información que recibieron desde Paraguay y “vinculada a la existencia de antecedentes de este avión en actividades de logística, de soporte y de ayuda a movimientos terroristas internacionales, al mismo tiempo lo mismo con respecto a algunos de sus tripulantes”.
“Creemos que el Uruguay evitó una circunstancia que, si vemos lo que está pasando en Argentina hace prácticamente dos semanas, hubiera pasado en el Uruguay si se hubiera permitido el ingreso”, agregó García.
Según describió, la decisión de no permitir el acceso del avión a espacio aéreo uruguayo se dio en 4 minutos: a las 14:07 García recibió la llamada del ministro de Interior, Luis Alberto Heber, habló 3 minutos y 45 segundos, colgó y dio la órden al comandante de la Fuerza Aérea de no autorizar el ingreso.
Repercusiones
Desde la coalición de gobierno hay cierta confusión respecto a los motivos que tuvo la oposición para solicitar la comparecencia de García. Luego de que el ministro diera las explicaciones sobre el caso, senadores oficialistas se manifestaron al respecto.
“Yo lo que creo es que el Frente Amplio tenía dudas de por qué el ministro tomó esta decisión y no contaban con toda la información que tenía Javier, que trajo pruebas contundentes, audios y planes de vuelo, para fundamentar la determinación que tomó”, dijo el senador colorado Germán Coutinho a El País. Asimismo, destacó la respuesta desde la oposición luego de que García explicara los motivos: “Esta vez el Frente (Amplio) escuchó, se informó de primera mano y aceptó las respuestas”.
Otro integrante de la bancada nacionalista que prefirió mantenerse en anonimato consideró que, desde el Frente Amplio “no se dieron cuenta que esto los ataba a Venezuela, y le regalaron a Javier (García) otra oportunidad para que se luciera”, informó El País.
El principal cuestionamiento de la oposición era que se hubiera tomado esta decisión sin consultar al presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou. “La preocupación que queda es la idea de que tuvimos que depender de información que provenía de los servicios de inteligencia paraguayos”, indicó el senador frenteamplista Mario Bergara. Según la senadora por el Frente Amplio, Sandra Lazo, el informe de García “fue completo” y lo recibieron con “beneplácito”
Actualmente la aeronave se encuentra varada en Ezeiza mientras avanza la investigación sobre la pista del espionaje ilegal o terrorismo. Según datos entregados por el FBI a la Justicia argentina, la tripulación estaría conformada por al menos un integrante de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
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