La Intendencia de Montevideo (IM) manifestó su rechazo respecto a la viabilidad del proyecto privado MVD 360, que pretende la construcción de una isla artificial frente a sus costas. Así lo anunció el director de Planificación de la comuna, Luis Oreggioni, quién dijo que presenta “un fuerte peligro” para la vida comercial de la ciudad y “es perjudicial para el desarrollo montevideano”. La iniciativa fue aceptada semanas atrás por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero.
Se trata de un proyecto inmobiliario presentado por la empresa Jirkel SA y nombrado como MVD 360: una inversión de aproximadamente US$ 2.000 millones y de “sumo interés” porque “contribuiría a la jerarquización de la ciudad en general y de la rambla montevideana en particular, así como amplía la oferta portuaria de la ciudad conectándola aún más con la región”, indica el decreto del Ejecutivo.
Según se informó, el plan ampliaría la rambla unos tres kilómetros y se construiría un puente de 450 metros para acceder en auto a la isla. El proyecto fue presentado al Ministerio de Transporte y Obras Públicas a fines de 2021 y, en marzo de este año, pasó a Presidencia, informó el diario El Observador.
La iniciativa contaría con 300 amarres de embarcaciones, 36 lotes inmobiliarios y su construcción tomaría cuatro años en la etapa inicial y 10 para finalizarse. Además, en este proceso se crearían 4.500 puestos de trabajo. El 54% de la construcción sería cedido después a la Administración Nacional de Puertos (ANP) o la Intendencia de Montevideo, según informó Búsqueda.
Aunque el proyecto fue aceptado por el Ejecutivo, necesita también ser aprobado por la Intendencia de Montevideo. En una rueda de prensa, el director de Planificación de la IM afirmó que “el emprendimiento no es viable” por una “cuestión de equilibrio planificador”. “Si bien presenta ciertos aspectos innovadores para la ciudad, que no deberían ser considerados negativamente, haciendo un balance global entendemos que no es un proyecto viable para Montevideo”, agregó.
“Creemos que es un fuerte peligro que se presenta para la vida comercial y de las oficinas. Analizada además en un contexto pospandemia es el elemento principal”, afirmó el funcionario, porque después de analizarlo entiende que, de ser llevado a cabo, concentraría “en un único lugar del territorio montevideano una enorme cantidad de metros cuadrados, no sólo de viviendas sino también de oficinas y comercio”, lo cual “afectaría procesos que tienen que ver con la vida de la centralidad montevideana”.
De todos modos, la Intendencia le informó al grupo privado detrás del proyecto que su rechazo surge desde una perspectiva de planificación urbana. “Podríamos considerar otros proyectos en la medida en que sigan las premisas que estamos planteando”, dijo Oreggioni. “Es una figura que es perjudicial para el desarrollo de Montevideo y para la centralidad que nos representa a todos. Esta inversión de alguna forma desequilibra un equilibrio que necesitamos recomponer”, sostuvo el jerarca que aseguró la necesidad de continuar estudiando el proyecto en caso de que se presente formalmente a la Intendencia. Aunque “nunca una aprobación podría surgir del Ejecutivo departamental”, entiende que después de la visión negativa de la comuna el proyecto no va a seguir adelante.
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