Cómo fue el plan de los sicarios que asesinaron a la fiscal que había arrestado al “Pablo Escobar ecutoriano”

Los homicidas rentaron dos casas para seguir la agente de la Fiscalía durante 30 días

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La fiscal se movilizaba en un vehículo rojo junto a un abogado cuando fue interceptada por los sicarios que acabaron con su vida.
La fiscal se movilizaba en un vehículo rojo junto a un abogado cuando fue interceptada por los sicarios que acabaron con su vida.

La Policía tiene nuevas pistas sobre los sicarios que asesinaron a la fiscal Luz Marina Delgado, en Manta, a 420 kilómetros de Quito, y al abogado Jefferson Mendoza. La agente de la Fiscalía arrestó a la pareja del “Pablo Escobar ecuatoriano” y también participó en un operativo donde se decomisó droga en el puerto de Manta.

De acuerdo con Freddy Sarzosa, director nacional de la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida de la Policía Nacional, los asesinos son extranjeros. Ellos habrían alquilado dos viviendas para poder seguir a la fiscal en los días previos al crimen.

Los criminales arrendaron una vivienda en el sector de El Palmar, a unos cinco kilómetros del domicilio de Delgado. La segunda vivienda estaba ubicada en Las Acacias, en el oeste de Manta, a unos 20 kilómetros de donde se produjo el asesinato.

“Se tuvo conocimiento que este inmueble donde se encontró el vehículo (en El Palmar) había sido arrendado hace aproximadamente 30 días. Este vehículo de igual manera había participado en el arrendamiento de este inmueble por varias personas de nacionalidad extranjera”, aseguró Sarzosa.

Fue en una de las viviendas alquiladas donde la Policía encontró evidencias de los autores materiales del crimen, incluyendo un documento de identidad de uno de los responsables. Las investigaciones policiales indican que los criminales vigilaron a la fiscal al menos 30 días.

Delgado y Mendoza se movilizaban en un vehículo rojo que perdió el control y chocó contra la pared de una casa luego de que sus ocupantes sean impactados por las balas.

Los moradores del sector contaron a la prensa que escucharon una ráfaga de disparos. Apenas conocido el hecho, miembros de la Policía Nacional y agentes de inteligencia llegaron al lugar. Asimismo, personal médico atendió a las víctimas y confirmó su deceso.

El asesinato de la fiscal Delgado es un nuevo atentado en contra de los funcionarios de la Fiscalía, pues otros agentes también han fallecido bajo la modalidad de sicariato. Este mes se reportó también el asesinato de un agente en Santo Domingo, a 152 kilómetros de Quito, producto de un tiroteo. En Esmeraldas, en la frontera norte de Ecuador, un ex fiscal también fue asesinado.

Delgado participó hace cuatro años en la detención de Julia J.M.G., conviviente de alias Gerald, conocido como el Pablo Escobar ecuatoriano, quien tenía una orden de captura con fines investigativos por el delito de lavado de activos. Julia fue detenida en un operativo policial el 17 de abril de 2018. Como resultado de esa operación, las autoridades incautaron USD 7.000 en efectivo y un teléfono celular.

La captura, en la que intervino Delgado, sucedió tres días después de que Julia J. M. G. recuperará su libertad gracias a un fallo favorable de un tribunal de jueces y tras haber estado en la cárcel por el delito de delincuencia organizada. Los jueces fueron procesados por prevaricato.

A inicios de mayo, el abogado Walter Vallejo, que defendió a alias Gerald fue ejecutado por un sicario frente a la entrada de un lujoso hotel en Guayaquil. Según el testimonio de una persona que acompañaba a Vallejo Pino, el delincuente que disparó en contra del fallecido vestía de negro entero, se bajó de una moto plateada y huyó en el mismo vehículo con la complicidad de otra persona que conducía el motorizado.

El asesinato del penalista, al igual que el de la fiscal, sucedió durante el estado de emergencia decretado por el presidente Guillermo Lasso en Guayas, Manabí y Esmeraldas, por el cual los efectivos militares y policiales recorren las calles.

Alias Gerald fue arrestado en 2017 por agentes policiales de Estados Unidos y Colombia. Al poco tiempo fue extraditado de Colombia para enfrentar los cargos que pesaban en su contra ante la justicia norteamericana en donde fue condenado a 19 años de prisión, tras lograr un acuerdo de cooperación judicial.

El narcotraficante es dueño de 20 barcos y lanchas rápidas con las que transportaba drogas a México con la protección del Cártel de Sinaloa. Durante los allanamientos a las propiedades de alias Gerald, la Policía ecuatoriana encontró aproximadamente USD 20 millones guardados en distintos escondites.

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