Simultáneamente al acto de informe a la Nación presentado por el presidente Guillermo Lasso por su primer año de mandato, varias organizaciones indígenas, campesinas y de la sociedad civil presentaron un informe paralelo del estado del país. El acto fue aprovechado para anunciar las medidas de protesta convocadas para el 13 de junio.
Frente a esto el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, anunció que abrirá causes para dialogar y evitar las movilizaciones.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Leonidas Iza, anunció que a primera hora del 13 de junio comenzará una jornada de protestas y movilizaciones que se extenderán de forma indefinida hasta que las autoridades respondan a sus nueve requerimientos: congelar los precios de las gasolinas; aumentar el presupuesto para la educación pública; subsidiar a los productores agrícolas; impedir la flexibilización laboral; prohibir la explotar mineral en los territorios indígenas; prohibir la privatización de las empresas públicas; respetar los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades indígenas; y contener la inseguridad tanto en las calles como en las cárceles del país.
Iza también aseguró que la decisión de salir a protestar no corresponde únicamente a la CONAIE, sino que ya se han sumado otras organizaciones como la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (FENOCIN), el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (FEINE), la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI) y la Coordinadora Campesina Eloy Alfaro.
Además, según Iza, pequeños grupos de base comunitaria también asistirán a las protestas e invitó a que otros grupos sociales como los bananeros, arroceros, lecheros y transportistas se sumen a impulsar estas medidas de hecho.
El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, dijo al concluir el informe a la Nación del presidente Lasso que los manifestantes están en su derecho de quejarse porque son libres de discutir sobre lo que crean que está mal. Agregó que las discrepancias sirven como ejercicio para identificar lo que se puede mejorar y que esto no excluye el diálogo como mecanismo para el entendimiento.
El secretario de Estado se ha mostrado dispuesto a abrir la puerta al diálogo y afirmó las puertas del gobierno y las de su ministerio están abiertas para comunicarse con los dirigentes que anunciaron las protestas.
En la Casa de la Cultura de Quito, en un evento titulado “Informe a la Nación desde la realidad de los pueblos y nacionalidades, una mirada a los 200 años de independencia”, la CONAIE planteó diversos temas relacionados con situación política del país, sobre las medidas que debería adoptar el régimen del presidente Lasso y sobre las exigencias planteadas que serán llevadas a las calles. La reunión también se celebró con la intención de rechazar el informe a la Nación ofrecido por el presidente Lasso ante la Asamblea Nacional del Ecuador.
Según el presidente de la CONAIE, la movilización nacional anunciada se iniciaría en las localidades e incluirá todo tipo de demandas. El dirigente aseguró que no tolerará más al gobierno porque el estado está beneficiando “a los grandes grupos económicos” y arengó a favor de la democratización de la economía, de los medios de producción a favor de quienes sostienen la economía del país.
Además de los dirigentes sociales presentes en el acto también estuvieron nueve de los 27 legisladores del Pachakutik, el partido indigenista que es la segunda fuerza política más importante en la legislatura ecuatoriana.
La presentación del informe alterno sobre el estado de la Nación se realizó en uno de los salones de la Casa de la Cultura a escasos 800 metros de la Asamblea Nacional donde el presidente Guillermo Lasso, paralelamente, presentaba su informe en un acto solemne encabezado por Guadalupe Llori, asambleísta también de Pachakutik y presidenta del órgano legislativo.
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