Diez niñas ecuatorianas conocerán la NASA en un programa para impulsar el empoderamiento de las mujeres

El proyecto es iniciativa de la fundación colombiana She Is

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A través de las misiones de Artemisa, la NASA llevará a la primera mujer y a la primera persona de color a la superficie de la Luna y establecerá una presencia lunar a largo plazo que servirá como trampolín en el camino a Marte. En la imagen un registro de archivo de un logo de la agencia espacial estadounidense (NASA). EFE/Aaron M. Sprecher
A través de las misiones de Artemisa, la NASA llevará a la primera mujer y a la primera persona de color a la superficie de la Luna y establecerá una presencia lunar a largo plazo que servirá como trampolín en el camino a Marte. En la imagen un registro de archivo de un logo de la agencia espacial estadounidense (NASA). EFE/Aaron M. Sprecher

El programa “Ella es Astronauta” permitirá que diez niñas ecuatorianas entre 9 y 15 años visiten el Space Center de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, en Houston, Estados Unidos. La iniciativa parte de la fundación colombiana She Is y con apoyo de la fundación ecuatoriana Mujeres Sin Límites, la Global Woman Foundation dirigida por la ex presidenta de Ecuador Rosalía Arteaga y ONU Mujeres.

Las niñas se encuentran en la preparación previa al viaje con clases virtuales y expertos en administración espacial aeronáutica para luego realizar una visita en las instalaciones de la NASA. El viaje está planificado para agosto de este año.

La organización She Is, que ya ha enviado a más de treinta niñas a la NASA entre 2016 y 2021 y que inició con el proyecto en Colombia, fue fundada por Nadia Sánchez. Ella declaró a EFE que las niñas seleccionadas de Ecuador provienen de todas las regiones del país, incluida la Amazonía.

De acuerdo con la fundación colombiana, en esta convocatoria más de 1.200 niñas de Ecuador y Perú se postularon al programa. Para la elección hubo un proceso riguroso que incluyó al menos doce criterios, por ejemplo el rango de edad, su desempeño en el sistema educativo, su situación de vulnerabilidad y su capacidad para liderar.

Antes de ir a la NASA, las niñas atienden clases virtuales, tres veces a la semana, durante cuatro meses. El instructor es un profesor de habla hispana de la NASA. Paralelamente reciben sesiones con expertos de las organizaciones que participan en el proyecto. En esas charlas se incluyen temas motivacionales, de liderazgo, de salud mental y menstrual y sobre prevención del embarazo adolescente. Además de estas reuniones, Sánchez ha explicado que las menores deberán mostrar su capacidad emprendedora y exponer sus ideas ante la agencia estadounidense: “Todas las niñas que entran deben crear un proyecto de emprendimiento para ser presentado en la NASA”, añadió Sánchez.

FOTO DE ARCHIVO: La cápsula de tripulación Orion del cohete lunar del programa Artemis de la NASA se muestra dentro del enorme edificio de ensamblaje de vehículos en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, EE. UU. 5 de noviembre de 2021. REUTERS/Joe Skipper/Foto de archivo
FOTO DE ARCHIVO: La cápsula de tripulación Orion del cohete lunar del programa Artemis de la NASA se muestra dentro del enorme edificio de ensamblaje de vehículos en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, EE. UU. 5 de noviembre de 2021. REUTERS/Joe Skipper/Foto de archivo

El viaje, previsto para el próximo 19 de agosto, durará una semana. Las niñas seleccionadas estarán en Houston donde recibirán 9 horas diarias de clase. También tendrán una agenda con eventos y actividades que incluyen reuniones con astronautas, científicas, médicas e ingenieras de la NASA.

Durante su visita, las niñas podrán observar los procesos para la creación de robots. Además conocerán cómo funciona la simulación virtual, la creación y despegue de los cohetes espaciales de la NASA y tendrán información sobre los programas especiales de la agencia como Artemisa, un programa internacional de vuelo espacial tripulado, que lidera la NASA y recibe el apoyo de varias agencias espaciales, cuyo objetivo es explorar la Luna por segunda vez y llevar a la primera mujer y al segundo hombre al satélite natural de la Tierra en 2024.

La iniciativa, además de permitirles a las niñas tener la experiencia de conocer la NASA, tiene por propósito que las estudiantes se vuelvan parte del programa Alumni de la agencia y, con este, puedan acceder a becas en universidades. Otro de los objetivos es que las niñas puedan replicar lo aprendido en sus comunidades.

La astronauta de la NASA Kayla Barron recibe ayuda para salir de la nave espacial SpaceX Crew Dragon Endurance a bordo de la nave de recuperación SpaceX Shannon después de aterrizar en el Golfo de México, frente a la costa de Tampa, Florida, EE. UU., el 6 de mayo de 2022. NASA/Aubrey Gemignani/Folleto vía REUTERS.
La astronauta de la NASA Kayla Barron recibe ayuda para salir de la nave espacial SpaceX Crew Dragon Endurance a bordo de la nave de recuperación SpaceX Shannon después de aterrizar en el Golfo de México, frente a la costa de Tampa, Florida, EE. UU., el 6 de mayo de 2022. NASA/Aubrey Gemignani/Folleto vía REUTERS.

Samay Raíz Benítez, de 15 años y originaria de Quito, es una de las diez seleccionadas. Para ella las organizaciones que apoyan el proyecto ayudan a que sea realidad un sueño que tienen “todas las niñas del Ecuador, latinoamericanas”. Para Samay hay barreras que las niñas se imponen al pensar en el lugar de donde vienen: “Nos vamos encogiendo, nos vamos poniendo nuestros propios límites al decirnos: Vivo el Latinoamérica y no me puedo abrir paso a todas esas cosas”, explicó a EFE. La seleccionada pidió a otras niñas que “no dejen de soñar, no dejen de lado la curiosidad”.

Ana Elena Badilla, representante de ONU Mujeres en Ecuador, dijo a EFE que este programa tiene un valor inspiracional y simbólico importante, porque cumple un sueño que podría parecer tan lejano como las estrellas: “Esto es como decirles: No tenemos límites, no nos autopongamos límites, ni dejemos que la sociedad ponga más límites de los que ya existen”, comentó.

Varios estudios y análisis de expertos han demostrado que las niñas tienen más limitaciones a la hora de escoger carreras técnicas por los prejuicios y las preconcepciones sobre lo femenino. En ese sentido, Badilla se refirió a la situación de América Latina e indicó que “hay un rezago importante que mujeres y niñas tienen para acceder a la educación, y necesitamos abrir estas oportunidades”.

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