El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció en su cuenta de Twitter que su gobierno vendió el avión presidencial por USD 8 millones a la Fuerza Aérea de Colombia. Aseguró también que los recursos obtenidos por esta transacción se invertirán en el Avión C-130 Hércules “que servirá para transportar tropas militares ecuatorianas”, indicó.
Sin embargo, a pesar de la confirmación por parte del presidente de lo que ya había anticipado su propio ministro de Economía, el general Ramsés Rueda, el comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) refutó estas declaraciones y aseguró que no se ha hecho ninguna compra y que, aunque tienen el propósito de realizar la adquisición, el proceso no ha concluido y que la búsqueda se encuentra también en marcha.
“Nosotros no hemos comprado el avión (presidencial de Ecuador), estamos en el proceso de adquisición de una aeronave que reemplace las que tenemos desde el año sesenta (...) El negocio no se ha cerrado. Estamos en el proceso, estamos buscando”, indicó Rueda en una entrevista con Blu Radio de Colombia.
Aunque Infobae pidió una aclaración sobre las contradicciones alrededor de la venta del avión a la Secretaría de Comunicación de la Presidencia no hubo ninguna respuesta.
Simón Cueva, ministro de Economía y Finanzas del Gobierno del Ecuador anunció la mañana del 16 de mayo que el avión presidencial había sido vendido, que se consiguió un trato con la Fuerza Aérea Colombiana, aunque no supo responder cuando se le preguntó sobre el modelo del avión vendido o sobre el monto de la transacción. Sin embargo, el ministro fue enfático. Aseguró que “efectivamente se transfirió, se vendió (el avión presidencial) a la Fuerza Aérea Colombiana” en declaraciones ofrecidas en una entrevista con Teleamazonas. Y cuando se le preguntó sobre la cifra de la venta contestó que “cuando la reciba o cuando esté por recibirla lo sabré”.
La venta del bien de propiedad del Estado está a cargo de la Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público. Sin embargo, en un comunicado difundido por esta misma institución se aseguró que la venta de la aeronave continúa en proceso y que la gestión obedece al Decreto Ejecutivo 311 del 5 de enero de 2022. El comunicado confirma que se “continúa gestionando el proceso de venta del avión, según lo dispuesto por el presidente de la República”. El órgano estatal informó además que se comunicará al público los detalles de la venta solo después de que esta se haya completado.
Fernando Villacís, titular de esta secretaría, anunció hace varios días que se habían celebrado conversaciones con la Fuerza Aérea del país vecino y otras con otras dos empresas extranjeras que están interesadas en la adquisición de la lujosa aeronave tipo Jet VIP que fuera comprada durante el gobierno de Rafael Correa y que no ha estado exenta de escándalos.
Por ejemplo, la Contraloría General del Ecuador confirmó en marzo de 2019 que, entre enero del 2012 y mayo del 2017, entre esta y otra aeronave de uso presidencial, se realizaron 214 vuelos y que apenas el 3 de cada 10 vuelos operados por estas aeronaves corresponden a viajes del exmandatario. El informe final del examen especial realizado por la Contraloría al uso de los aviones presidenciales determinó que, de cada 10 vuelos, 7 eran destinados para movilizar a personas distintas al presidente de la República, aunque por orden de este.
El examen también determinó que 33 vuelos de aviones presidenciales a cargo del Grupo de Transporte Aéreo Especial, y 23 vuelos a cargo de la empresa pública de Transportes Aéreos Militares Ecuatorianos (TAME) no contaron con el requerimiento ni con autorización del presidente, por lo que se desconoce si los desplazamientos fueron o no para actividades oficiales.
La lujosa aeronave fue adquirida en el 2008, durante el gobierno de Correa, por USD 28 millones. Hoy el precio de venta se calcula entre USD 7 y 11 millones.
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