La dictadura de Daniel Ortega está aplicando a la población nicaragüense dosis de las vacunas Sputnik Light y Pfizer que vencieron a principios de año, según revelaron fuentes sanitarias al diario local Confidencial.
Ese medio constató que se trata de los lotes 140.721 -que venció el 1 de enero-, y el ACB3999, que caducó el 2 de febrero de este año. Además, divulgó las imágenes de los frascos con las dosis vencidas.
Si bien se desconoce la cantidad exacta de vacunas vencidas, las fuentes sanitarias aseguraron que se trata de “un lote grande”.
El Ministerio de Salud de Nicaragua (Salud) recibió hasta el momento 3.6 millones de dosis de Sputnik Light y 1.1 millones de Pfizer, donadas por Estados Unidos (26.9%) y Francia (73%).
Hasta hace pocas semanas atrás, las vacunas Pfizer eran suministradas exclusivamente a embarazadas, puérperas y lactantes, y a niños mayores de 12 años con enfermedades de riesgo. Sin embargo, de un día para el otro las autoridades sanitarias locales ampliaron la población beneficiada, pero sin hacer pública esa información.
“La orden es que se apliquen las Pfizer siempre que haya en el Centro”, explicaron trabajadores del Ministerio de Salud.
De acuerdo a los datos aportados por esa cartera, hasta el 5 de mayo pasado se aplicaron 1.019.576 de las primeras dosis del esquema de vacunación 2022, iniciado en marzo pasado. Lo que se desconoce es cuántas dosis por tipo de vacuna se administraron.
“Inyectar un medicamento vencido a sabiendas que lo está, atenta contra el paciente, es un engaño con responsabilidad penal, es antiético y contra la moral, causa una falsa seguridad y alimenta desconfianza en la población”, denunció el médico epidemiólogo Leonel Argüello, ex director nacional de Inmunizaciones, de Epidemiología y de Higiene del Ministerio de Salud nicaragüense.
“Si existe un lote grande de vacunas y se ha garantizado su almacenamiento adecuado con la temperatura que exige el fabricante puede tomarse una muestra por cada lote y hacer las pruebas de laboratorio correspondiente y si estás salen bien y se certifican puede ampliarse la fecha de caducidad y se usa lo más pronto posible”, agregó.
Argüello explicó que varios países realizaron pruebas a las vacunas de AstraZeneca, Pfizer y Moderna que estaban por vencerse y, luego de esos estudios, extendieron por tres meses el tiempo para administrarlas. Sin embargo, aclaró: “Todo esto se certifica por los organismos o instituciones correspondientes y se pone a disposición pública toda la información”.
“Posiblemente no tendrá ningún efecto de protección que la vacuna puede dar, y para efecto de las siguientes dosis esta se considera como no puesta”, apuntó.
Nicaragua no es el único país al que se le vencieron importantes lotes de vacunas. La diferencia está en cómo procedió en relación al resto.
Guatemala, por ejemplo, informó que se le vencieron más de cinco millones de vacunas, entre Sputnik V, AstraZeneca y Moderna, lo que equivale a una pérdida superior a 45 millones de dólares.
En Honduras venció el 1 de mayo un lote de 203.480 dosis de AstraZeneca: esta pérdida equivale a 821.355 dólares. El Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) indicó que estas vacunas se vencieron por falta de planificación.
El pasado mes de abril, por su parte, las autoridades panameñas informaron que más de 100.000 vacunas de Pfizer vencieron. Pero, a pesar que la Agencia Reguladora de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó a extender por tres meses la caducidad de la vacuna, la ministra de Salud Ivette Berrios, advirtió que el Gobierno “no arriesgaría con esta mala práctica, el trabajo impecable que han realizado desde el inicio”.
De acuerdo con las autoridades, en Nicaragua el 73% de la población mayor de 2 años ya cuenta con la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus, mientras que el 92% tiene al menos una dosis.
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