Una mujer y su hija resultaron heridas por perdigones en una serie de nuevos ataques protagonizados por grupos radicalizados mapuches en la provincia de Tirúa, ubicada a 710 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
Esta violenta noche se inició cuando un grupo de desconocidos dispararon en contra de un retén de Carabineros ubicado en Quidico, una localidad ubicada a 687 kilómetros al Sur de Santiago. Esto provocó que una mujer de 37 años y su hija de 15 que estaban en su hogar resultaran heridas por perdigones disparados en contra del establecimiento policial. Ambas lesionadas fueron trasladadas a un centro de salud y están fuera de riesgo vital.
En conversación con T13, el Gobernador Regional del BíoBio, Rodrigo Díaz, confirmó todo lo anterior manifestando que “anoche fue un nuevo ataque al retén y resultaron dos personas lesionadas, una madre de 37 años y una hija menor de edad, que no estaban en el retén, estaban en sus casas y por los perdigones fueron lesionadas y fueron derivadas a un recinto de salud. Lo último que sé es que están fuera de riesgo vital”
En este último tiempo, el retén de Quidico se ha convertido en objeto de sucesivos ataques por grupos mapuches. Solo horas antes de este hecho, un grupo de 50 personas intentó ingresar al recinto para rescatar a dos detenidos que habían sido sorprendidos con 500 cartuchos de escopeta. La horda de desconocidos disparó para liberar a los apresados pero no lograron alcanzar su cometido.
Como si fuera poco y después del ataque perpetrado en contra del retén de Quidico, un grupo de desconocidos quemó por completo el Hotel Küref, cuyo propietario es el presidente de la Fundación Chilena de Víctimas del Terrorismo en la Macrozona Sur, Fernando Fuentealba.
Sobre esto último la Gobernación Regional expuso que “condenamos enérgicamente estos nuevos y gravísimos hechos de violencia registrados en Tirúa y exigimos la reposición del Estado de Derecho en la Provincia de Arauco. Desde el Gobierno de Biobío enviamos nuestro apoyo decidido a las víctimas de estos repudiables actos”.
La violenta noche ocurrida en la provincia de Tirúa coincide con la llegada del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, a la macrozona sur chilena quien se reunirá con diferentes personalidades y fiscales.
Reacciones al ataque
Estos ataques ocurrieron horas después que el grupo radical de tendencia mapuche, Coordinadora Arauco Malleco (CAM) llamara a “organizar la resistencia armada” en contra del gobierno chileno. La razón de este llamado se debe a la decisión del presidente Gabriel Boric de presentar un Estado Intermedio de seguridad para la macrozona sur de Chile, lo que a juicio de Héctor Llaitul, líder de esta agrupación extrema, “no es otra cosa que un nuevo Estado de Excepción. Es decir, los milicos (militares) esbirros nuevamente desplegados por el Wallmapu custodiando los intereses del gran capital”.
Fernando Fuentealba, propietario del Hotel Küref que estaba abandonado hace tres años dijo que la quema del recinto se debe a “visibilizar el tema de este crimen organizado que existe en la macrozona sur, en que están absolutamente individualizados los líderes, como (Héctor) Llaitul”. Para Fuentealba, Llaitul es “un Pablo Escobar que está operando en toda esta zona”.
El propietario criticó la reacción del gobierno de Boric, el cual, según sus palabras, es “un gobierno pusilánime que no quiere tomar las decisiones y quiere maquillar las cosas”, al mismo tiempo que “siguen habiendo víctimas y sumando cada día engrosando las cifras”.
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