El puerto marítimo más grande de Ecuador está en Guayaquil, la ciudad costera donde los militares han salido nuevamente a las calles para apoyar a la Policía a enfrentar los crecientes índices de violencia. Es justamente en esa ciudad donde las mafias del narcotráfico se ingenian para enviar toneladas de cocaína hacia Europa y Estados Unidos. Los miembros del crimen organizado contaminan los contenedores que saldrán desde el puerto que se ha convertido en el “principal hub logístico para la cocaína que va a Europa y al resto del mundo”, según un informe de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos de Estados Unidos.
El Departamento de Estado estadounidense ya había identificado a Ecuador como un país atractivo al narcotráfico por las rutas para el envío de la droga a los países norteamericanos y europeos. Aunque Ecuador no es considerado un país productor, sí se encuentra entre los dos mayores elaboradores de cocaína: Colombia, al norte, y Perú, al sur. De acuerdo con la Policía, el 34% de las incautaciones de 2021 tenían por destino el mercado europeo y el 11% iban a enviarse a los Estados Unidos. En 2021, Ecuador superó su récord de incautaciones de droga con 210 toneladas, 96 de estas fueron decomisadas en Guayaquil.
Los narcotraficantes “prefieren el puerto de Guayaquil porque por aquí sale la mayoría de exportaciones a Europa y Estados Unidos”, afirmó a la prensa el mayor Richard Riera, jefe de la Unidad de Información de Puertos y Aeropuertos de la Policía Nacional (UIPA).
Los índices de violencia han escalado desde las masacres carcelarias, hasta la pugna de territorio y ajuste de cuentas en las calles. El epicentro de la violencia e inseguridad está en la zona 8 del país, conformada por las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón. Solo en enero, el número de muertes violentas se triplicó en comparación con el año anterior, al mismo tiempo que se duplicaron las cifras de incautación de droga. En lo que va de 2022 se han incautado 34 toneladas de alcaloides, mientras que en el mismo periodo de 2021 se secuestraron 18 toneladas, lo que representa casi la mitad. El 80% de las muertes corresponden a la violencia criminal, de acuerdo con la policía. En esas ciudades se encuentran cinco de los siete puertos del país.
En los primeros meses de 2022, el país ha experimentado una creciente violencia con 1.255 muertos, algunos decapitados y mutilados. La cifra del primer cuatrimestre es preocupante en comparación con los 2.500 muertos de todo 2021 y los 1.400 de 2020. Las autoridades han responsabilizado al narcotráfico por la violencia y han explicado que es la respuesta a las acciones gubernamentales por los decomisos de droga.
Los decomisos de droga y las muertes violentas también se han vuelto un instrumento del narco para enviar sus mensajes macabros. Este año han aparecido tres cadáveres colgados en puentes peatonales, una cabeza humana en una mochila frente a un puerto y otros muertos torturados cruelmente, como dos jóvenes que fueron asesinados y calcinados, cuyos cuerpos tenían una nota: “Hoy fue tu trabajador el próximo descuartizado vas a ser tú”, además de otras muertes violentas causadas por sicarios.
Esas muestras de la crueldad con los cadáveres son actos propios de los cárteles de droga. Los expertos aseguran que es una forma de comunicar impunidad, marcar territorio y amedrentar a los propios miembros que podrían fallar en un encargo. Según la periodista especializada en crimen organizado Klodiana Lala, cuando un envío de droga no se realiza, las mafias responden con muertes.
Para luchar contra la violencia en las calles, que ha dejado decenas de víctimas colaterales, entre ellos madres y niños, el presidente Guillermo Lasso ordenó la movilización de 4.000 policías y 5.000 militares, además del toque de queda entre las 23H00 y 05H00, para las provincias de Guayas, Manabí y Esmeraldas.
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